Una vez más estamos aquí para rendirte homenaje
a los pies de esta columna,
desde la cual tú velas con amor
sobre Roma y sobre el mundo entero,
desde que, hace ya ciento cincuenta años,
el beato Pío IX proclamó,
como verdad de la fe católica,
tu preservación de toda mancha de pecado,
en previsión de la muerte y resurrección
de tu Hijo Jesucristo.
¡Virgen Inmaculada!
tu intacta belleza espiritual
es para nosotros una fuente viva de confianza y de esperanza.
Tenerte como Madre, Virgen Santa,
Nos reafirma en el camino de la vida
como prenda de eterna salvación.
Por eso a ti, oh María,
Confiadamente recurrimos.
Ayúdanos a construir un mundo
donde la vida del hombre sea siempre amada y defendida,
toda forma de violencia rechazada,
la paz buscada tenazmente por todos.
¡Virgen Inmaculada!
En este Año de la Eucaristía
concédenos celebrar y adorar
con de renovada y ardiente amor
el santo misterio del Cuerpo y Sangre de Cristo.
En tu escuela, o Mujer Eucarística,
enséñanos a hacer memoria de las maravillosas
obras
que Dios non cesa de realizar en el corazón de los
hombres.
Con premura materna, Virgen María,
guía siempre nuestros pasos por los senderos del
bien. ¡Amén!
Recursos sobre la Inmaculada Concepción:
- Conoce el Dogma
- Novena a la Inmaculada
- Lecturas de la Misa
- Oración a la Inmaculada
- La maternidad espiritual de María en el pasado, el presente y el futuro de la Iglesia y del Mundo
- Catequesis de Juan Pablo II sobre la Inmaculada
- Juan Pablo II reza a la Inmaculada Concepción
- Plegaria de Juan Pablo II en 1984
- Oración Jubilar
- Encíclica Fulgens Corona
- Los santos escriben sobre la Inmaculada Concepción
- Estampas y Dibujos