Sexto día de la novena en honor a la Inmaculada Concepción de María

Por la señal de la Santa Cruz... Señor mío Jesucristo...

Para dar luz inmortal siendo vos alba del día sois concebida María sin pecado original
Oración

¡Oh Reina Purísima de los ángeles y de los hombres! Mil gracias y alabanzas te damos porque a la puertas de la vida hallaste la dracma preciosa que perdimos todos en nuestro primer principio, hallando la gracia que te salió al encuentro ya la Divinidad que te esperaba en los umbrales de la naturaleza tomando tus potencias en el primer Instante de su ser, al nobilísimo objeto que las estrenó porque se creaban solo para El. Te rogamos, Purísima Señora, que, pues no hubo en tu Purísima Concepción ser sin conocer a Dios, ni conocimiento sin amor ni amor sin merecimiento, nos concedas conocer a nuestro Buen Padre Dios para que conociéndole le amemos, amándole le poseamos y poseyéndole le gocemos por toda la eternidad. AMEN.

Lectura bíblica (Ef. 1, 3-ó.11- 12)

Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que por él nos ha bendecido desde el cielo con toda bendición del Espíritu.
Porque nos ha elegido en Cristo antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia por el amor; destinándonos ya en- tonces a ser adoptados por hijos suyos por medio de Jesucristo, conforme a su querer y a su designio. a ser un himno a su gloriosa generosidad.
A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria. PALABRA DE DIOS.

Canción

En gracia el Eterno Dueño creó los ángeles bellos y en Vos, que sois Reina de Ellos no dejaría el empeño siendo prenda principal SOIS CONCEBIDA MARíA SIN PECADO ORIGINAL.

Consideración

Consideremos cómo Dios eligió y señaló, desde el principio y antes de los tiempos, una Madre, para que su Unigénito Hijo, hecho carne de ella, naciese en la dichosa plenitud de los tiempos; y tanto la amó por encima de todas las demás creaturas, que en solo Ella se complació con señaladísima benevolencia Por lo cual, la llenó de tanta gracia, sacada del tesoro de su Divinidad, muy por encima de todos los ángeles y los santos, que Ella absolutamente siempre libre de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, manifestase tal plenitud de inocencia y santidad que no se concibe, en modo alguno, mayor después de Dios y nadie puede imaginar fuera de Dios. Procuremos amar con sincera piedad filial a la Purísima Virgen María, la toda hermosa. Coloquemos en un lugar de honor de nuestro hogar su Sagrada Imagen y manifestemos con nuestra caridad que somos sus hijos.

(Aquí se puede rezar el ROSARIO, se hace la PETICIóN y se cantan Tres AveMarías. Después se dice la oración del día)

Oración del día

Señor Jesucristo, imagen de Dios invisible, por cuyo amor el Padre creó todas las cosas visibles y las invisibles, recibe nuestra adoración, nuestro amor y nuestra acción de gracias por habernos dado como Reina y Madre a la más bella de todas las creaturas, la Virgen Inmaculada. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La Jaculatoria

¡BENDITA SEA LA SIEMPRE VIRGEN MARíA
TEMPLO Y SAGRARIO DE LA SANTíSIMA TRINIDAD!

Oración Final

Bendita y alabada sea la sacrosanta e Individual Trinidad de nuestro gran Dios y Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas y un solo Dios verdadero; en quien creemos, a quien amemos de quien esperamos el perdón de nuestras culpas y la salvación eterna por su Infinita misericordia; bendita sea porque creó a Nuestra Señora, la siempre Virgen María, exenta, pura y limpia de toda culpa original, en el primer Instante de su ser natural, Amén. Jesús, María y José.


Las Tres AveMarías

(Se rezan o cantan diariamente después de la Consideración, del Rosario y de la Petición).

Oh Señora mía, Santa María, así como Dios Padre por su omnipotencia te hizo potentísima, así y te suplico que me asistas en mi muerte expeliendo' y quitando todo lo que me fuera contrario. DIOS TE SALVE MARíA...

Oh Señora mía, Santa María, así como tu Hijo Santísimo se digno darte tanta claridad y conocimiento de suerte que alumbras al cielo con tus luces, así yo te suplico que en la hora de mi muerte alumbres e ilumines mi alma con el verdadero conocimiento de la fe corroborándola de suerte que no la manche alguna Ignorancia o error. DIOS TE SALVE MARíA . . .

Oh Señora mía, Santa María, así como el Espíritu Santo, con su amor, a Ti lo Infundió totalmente, así te suplico que te dignes darme para la hora de mi muerte la dulcedumbre del amor divino con la cual toda cosa amarga me sea suavísima. DIOS TE SALVE MARíA...

Recursos sobre la Inmaculada Concepción: