Benedicto XVI y el Celibato
«Un mundo lleno de tentaciones exige sacerdotes totalmente entregados a su misión. Por consiguiente, se requiere de modo muy especial que se abran plenamente al servicio de los demás como hizo Cristo, aceptando el don del celibato. Los obispos deben ayudarles, procurando que este don jamás se transforme en un peso, sino que sea siempre fuente de vida. Un modo para lograr este objetivo es reunir a los ministros de la Palabra y de los sacramentos para que reciban formación permanente, participando en retiros y días de recogimiento.»
Discurso del Papa Benedicto XVI, A Los Obispos de Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Namibia y Lesotho en Visita "Ad Limina", Viernes 10 de Junio de 2005.
«Os corresponde asimismo exhortar a vuestros sacerdotes a la excelencia en la vida espiritual y moral, recordándoles en particular el vínculo único que une al sacerdote con Cristo, y cuyo celibato sacerdotal, vivido en la castidad perfecta, manifiesta la profundidad y el carácter vital. Velad también por su formación permanente, para que puedan penetrar cada vez más a fondo en el misterio de Cristo. Que iluminen la conciencia de los fieles y edifiquen comunidades cristianas sólidas y misioneras con sus raíces y su centro en la Eucaristía, que ellos presiden en nombre de Cristo.»
Discurso del Santo Padre Benedicto XVI, Al Primer Grupo de Obispos de La República Democrática del Congo en Visita "Ad Limina", Viernes 27 de Enero de 2006
«Viviendo fielmente la castidad en el celibato, el sacerdote manifestará que todo su ser es entrega de sí mismo a Dios y a sus hermanos.»
Discurso del Santo Padre Benedicto XVI, A Los Miembros de La Conferencia Episcopal de Costa de Marfil en Visita "Ad Limina Apostolorum", Lunes 3 de Abril de 2006.
|