EL NACIMIENTO DE MARÍA
Rusia, segunda mitad
del siglo XVIII
34,8 x 31 cms.
Colección privada Brenske, Hannover
Si el nacimiento de la Madre de Dios no se evoca en el Nuevo Testamento se halla en cambio en varios relatos apócrifos, como el pseudo-evangelio de Mateo y en el protoevangelio de Santiago, así como el que ya se llama evangelio de María. Según éste, Ana no podía concebir y sólo lo logró cuando Dios vino en su ayuda.Ana está sentada a la izquierda de su lecho de parturienta. Es sabido que en aquella época el parto se practicaba estando la madre sentada.
A la derecha de Ana, dos sirvientas se acercan llevando los cálices, probablemente como regalo. El padre, Joaquín, había ayunado durante cuarenta días en el desierto, cuando un ángel le anunció el nacimiento de su hija. Aquí le vemos en la derecha de la imagen, llegando a su hogar y elevando las manos en señal de gratitud; en efecto, los padres habían esperado muchos años la bendición de un hijo. Abajo, a la derecha, la preparación de los baños como suele verse habitualmente en las representaciones de los partos.
Mientras la comadrona sostiene al niño sobre su regazo, y se asegura con la mano derecha que el agua del baño no está demasiado caliente, una sirvienta de rodillas continúa vaciando su cántara en la palangana.La parte central superior presenta a la Trinidad del Nuevo Testamento con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sobre un conjunto de nubes.
Los bastidores arquitecturales al fondo del icono están decorados de manera especialmente rica. Los santos dibujados en los bordes de los iconos son a menudo los santos patronos de los miembros de la familia, cuyos nombres fueron comunicados a los monjes encargados de la creación de la imagen. Como se acostumbra en las iglesias eslavas, el tema de este icono está descrito en el margen superior.