Al ser concebida María sin pecado original, también debería quedar inmune de los efectos de ese pecado en la naturaleza humana, como son:
La pérdida de la gracia, del derecho al cielo y de
la inmortalidad.
La concupiscencia o mala inclinación al pecado en
la carne, ignorancia en el entendimiento, fragilidad en
la voluntad, enfermedades y muerte corporal.
Por consiguiente, sus facultades corporales sensitivas y espirituales conservaron la más admirable armonía, sin manifestación alguna de desorden ni concupiscencia; su entendimiento gozó de espléndida lucidez, su voluntad siempre sujeta a la recta razón y a la voluntad de Dios, y, en fin, su derecho a la inmortalidad y a la incorrupción corporal.
Sin embargo, María sufrió y murió, en virtud de la solidaridad con Cristo que también había de padecer y morir, no como efecto del pecado, sino como medio de expiación del mismo.
Recursos sobre la Natividad de la Virgen María
- Fiesta
- Fiesta de la Natividad de la Santisima Virgen María - Artículo de la Enciclopedia Católica
- El nombre de María
- Los santuarios y la Natividad de María
- Fuentes de la Mariología
- Dios prepara la Maternidad Divina de María
- Inmaculada Concepción de María
- Efectos de la Concepción de María
- María, Llena de Gracia
- Perfección del alma y del cuerpo
- Himno - I y II
- Oración
- Poesía a la Natividad de María