Monseñor Herrera nació en Santander, ciudad norteña, el 19 de diciembre de 1886. Décimo hijo de José y Asunción. Su gran pasión fueron las letras, por lo que destacó en sus estudios en Valladolid, en las universidades de Salamanca, Deusto y Friburgo.
Fundó la Asociación Católica Nacional de Jóvenes Propagandistas en 1910, luego de hacer su doctorado en Derecho en 1908, con el deseo de participar de una manera activa en la sociedad.
Dirigió el periódico Debate, el cual él mismo fundó, hasta 1933. Cuando empezó la Guerra Civil, en el año 1936, se marchó a Friburgo donde hizo un doctorado en sociología católica y terminó su carrera sacerdotal, por lo que se ordenó el 28 de julio de 1940.
En 1943 regresó a España donde el Obispo de Santander lo nombra coadjutor en la parroquia de pescadores de Maliaño, siendo luego trasladado a otras parroquia urbana, haciendo en ambas una gran labor social. El 12 de octubre de 1947 fue nombrado Obispo de Málaga, donde eligió la divisa "Orationi et ministerio verbi" (Para la oración y la catequesis o cultura cristiana).
Cuando viajó a Extremadura y Andalucía conoció muy bien las penurias de del campo de Andaluz, por lo que cuando se vio Obispo de Málaga, tomó la gran decisión de ayudarlos en la cultura y la religiosidad.
Para poder ayudar a estos grupos rurales crea las escuelas - capillas rurales, que con un gran programa y una habilidad para la propaganda y el conocimiento de los medios de comunicación, logra que todos hasta el jefe de Estado, apoye en el proyecto.
Siempre fue querido y respetado por la gran labor que realizó, fue seguido por grandes multitudes cuando fue nombrado Cardenal el 25 de enero de 1965, al igual que cuando falleció el 28 de julio de 1968. Fue enterrado en la Catedral e Málaga.
Hoy día una importante avenida le recuerda en la ciudad que tuvo la suerte de tenerlo como obispo.