José María
Llópez Mora -que este es el nombre civil de Fr.
Recaredo- nace en Torrent, Valencia, el 22 de agosto
de 1874. Sus primeros estudios los realiza en la escuela
del pueblo, ingresando como religioso amigoniano el
21 de junio de 1889. Emite sus votos perpetuos el día
de la Inmaculada de 1896 en la Escuela de Reforma de
Santa Rita, Madrid. De por vida permanece en religión
como hermano coadjutor.
Ejerce
su apostolado misericordioso y redentor con los jóvenes
extraviados en diversas escuelas de reforma. En dicho
ministerio muestra poseer dotes naturales no comunes
para la educación de la juventud desadaptada.
Los últimos años de su vida los pasó
en el convento de Nuestra Señora de Monte Sión,
de su pueblo natal, dedicado incansablemente a su ministerio
de impartir el catecismo a los niños, fundar
escuelitas nocturnas gratuitas para ellos y a obras
de caridad.
Su figura
pequeña, viejecito pero ágil y simpático,
rodeado siempre de niños, visitando a los enfermos
y encarcelados y llevando alimentos a escuelas pobres
y humildes, hacen su figura sumamente atractiva y amable.
Expulsado
de El Convent, juntamente con toda la fraternidad, el
20 de julio de 1936 hallaba piadoso refugio en casa
de una sobrina María Llópez, hasta el
4 de agosto en que es recluido en la cárcel del
pueblo. Al amanecer del 18 de septiembre, juntamente
con el P. Ambrosio y P. Valentín, Fr. Modesto
y Fr. Francisco, es asesinado en el lugar denominado
La Fuente de la Mantellina, en terreno de Monserrat,
Valencia.
El perfil
espiritual de Fr. Recaredo nos lo presenta como un hombre
sencillo, humilde, cordial, amable y sumamente franciscano.
Que posee un gran espíritu de minoridad y se
caracteriza por ser un religioso piadoso, rezador, muy
observante en su vida religiosa y muy trabajador en
su apostolado con los jóvenes.
Fray Recaredo
es una verdadera florecilla franciscana del convento
de Nuestra Señora de Monte Sión de Torrent.
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