16 de junio
SANTA LUTGARDA, Virgen
Una de las místicas más notables de los siglos doce y trece. Nació en Tongres, Holanda, en 1182. A los doce años fue recomendada a las monjas benedictinas del convento de Santa Catalina. Tuvo la gracia de que se le permitiera compartir, místicamente, el sufrimiento de Nuestro Salvador, cuando meditaba sobre su Pasión; en esas ocasiones, aparecían sobre su frente pequeñas gotas de sangre. Sentía como propios los dolores de los seres humanos.
Hacía doce años que Lutgarda vivía en el convento de Santa Catalina, cuando se sintió llamada a seguir las reglas más estrictas de los cistercienses. Decidió ingresar a la casa del Cister en Aywieres. Dios le concedió poderes para curar enfermedades, para profetizar y conocer, el significado de las Sagradas Escrituras. Once años antes de morir perdió la vista, asumió este dolor con regocijo, entendiéndolo como una gracia de Dios para desprenderla más del mundo visible. La Beata María de Oignies aseguraba que nada había tan eficaz para lograr la conversión de los pecadores y la liberación de las almas del purgatorio, como las oraciones de Santa Lutgarda. Murió la noche anterior a la fiesta de la Santísima Trinidad, precisamente cuando comenzaba el oficio nocturno para el domingo. Era el 16 de junio de 1246.