El Card. Clemens August von Galen nació el 16 de marzo de 1878 en la ciudad de Dinklage en Oldenburg. Como 11º de 13 hijos, creció bajo la protección de una familia creyente. Asisitió al Colegio de los jesuitas en Feldkirch y se graduó en 1896 en la ciudad de Vechta.
Luego de estudiar en Friburgo (Suiza), Innsbruck y Münster, fue ordenado sacerdote el 28 de mayo de 1904 en Münster.
Luego de un breve tiempo en que se desempeñó como vicario de la catedral en Münster, en 1906 fue nombrado capellán de San Matías, en Berlín, donde comenzó un ministerio sacerdotal de 23 años en esa ciudad. Luego de algunos años como Cura en San Clemens, fue nombrado párroco de San Matías en Berlin-Schöneberg. En esta ciudad es donde vivió la difícil época de la primera Guerra mundial, la confusion de la post-guerra y una buena parte de la era de la Republica del Weimar. La situación de diáspora de la ciudad de Berlín exigió un gran esfuerzo pastoral de su parte.
En 1929, fue nombrado Parroco de la Iglesia San Lamberto en Münster. Luego de la muerte del Obispo Johannes Poggenburg, fue nombrado Obispo de Münster, y consagrado como tal el 28 de octubre de 1933. Como lema escogio “Nec laudibus, nex timore” (Ni por alabanza ni por temor, me alejaré del camino de Dios).
Ya en su primera carta pastoral de cuaresma en 1934, desenmascaraba Mons. von Galen la novedosa ideología del nacionalsocialismo. Continuamente durante los años siguientes defendería y clamaría por la libertad de la Iglesia y las asociaciones eclesiales, así como por mantener la enseñanza religiosa.
En un gran sermon en la catedral, acusó abiertamente Mons. von Galen a inicios de 1936 al regimen nacionalsocialista, por discriminar a los cristianos, así como encarcelarlos o inclusive matarlos por causa de su fe.
Mons. von galen hacía parte de los obispos invitados a Roma por el Papa Pío XI en 1937, para hablar con ellos sobre la situación en Alemania y preparar la Encíclica “Mit brennender Sorge”, en la que denunciaba ante el mundo entero el regimen nacionalsocialista.
Su abierta oposición al nacionalsocialismo encontró un gran eco en la opinion mundial, manifestada especialmente en tres famosos sermons en San lamberto, así como en la Parroquia de Nuestra Señora en Überwasser en Münster. En ellos se manifesto contra la ocupación de Estados y exigió el Derecho a la Vida, a la inviolabilidad y a la libertad de sus ciudadanos. Atacó enérgicamente el asesinato de las llamadas inproductivas “vidas indignas”.
El poder del estado se sintió amenazado y contestado por el Obispo von Galen, por lo que buscó prenderlo y matarlo. Presionó al Obispo conduciendo a 24 sacerdotes y 18 religiosos de su dioceses a los campos de concentración, en la que 10 de ellos murieon.
En los difíciles meses de post-guerra, Mons. von Galen fue una de las personalidades a la que muchos recurrieron. Con valor se opuso también a las autoridades de la ocupación, cuando fue necesario, para combatir o evitar las injusticias así como para eliminar el sufrimiento. Con decision se opuso a la opinión generalizada que culpaba colectivamente a todos los alemanes.
El Papa Pio XII lo creó Cardenal en el consistorio del 18 de febrero de 1946, reconociendo su firme resistencia durante el tiempo del nacionalsocialismo. Una repleta Plaza de San Pedro estalló en júbilo cuando el “León de Münster” estrechó la mano del Santo Padre. A su regreso a Münster el 16 de marzo de 1946, el Cardenal von Galen fue recibido por una entusiasmada multitud. Ante las torres de la derruída Catedral pronunció su ultimo discurso. Al día siguiente cayó enfermo y murió el 22 de marzo del mismo año. Fue enterrado en una capilla de su dañada Catedral. El Cardenal Clemens August von Galen es un modelo de valor cristiano.
Su firme Fe en Dios fue el fundamento de su intrépido testimonio ante los hombres. La inquebrantable resistencia del Cardenal contra la injusticia y la inhumanidad del nacionalsocialismo encontró sus fuerzas en su profunda Fe. Clemens August von Galen era un hombre profundamente piadoso. Sus cartas personales dan profundo testimonio de ello. Es significativo, que al inicio de su ministerio episcopal haya establecido la permanente exposición y adoración del Santísimo Sacramento en la Servatius-Kirche en Münster. A menudo iba solo muy temprano por la mañana en peregrinación hacia Telgte, para pedir la ayuda y protección de la Madre de Dios para el obispado y para su acción pastoral. Sabemos, que a través de su frecuente recurso a la Confesión, su consciencia se dirigía siempre renovadamente hacia Dios. Esta auténtica piedad era la fuente de donde brotaba la fuerza para mantenerse siempre en pie delante de los hombres.
Fue beatificado el domingo 9 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI.