Esta imagen, colocada en el reverso del Señor de los Milagros de Nazarenas, recién aparece mencionada en la relación de sucesos del 20 de octubre de 1747 por el cronista Don Eusebio de Llano Zapata. La tela donde está pintada la efigie del Señor de los Milagros de Nazarenas es mucho más antigua que la de nuestra Señora de la Nube; además, la advocación de esta figura de la Virgen, de origen ecuatoriano, data del domingo 30 de diciembre de 1696. Lo que se ignora, por falta de documentación al respecto, es el nombre de los artistas encargados de pintar ambas telas.
De la relación de sucesos del cronista Don Eusebio de Llano Zapata, del 20 de octubre de 1747 sobre la Procesión del Señor de los Milagros de las Nazarenas, encontramos el siguiente texto: "...salió por la mañana la imagen de su templo, visitando las calles, ramadas, iglesias y monasterios y duro la procesión cinco días... ese año alargó mucho su recorrido y al reverso de la imagen se veía otra de Nuestra Señora de la Nube, advocación quiteña que se había aparecido en el cielo de dicha ciudad en 1696".
El origen de la imagen es esta: antaño, profesaron algunas religiosas ecuatorianas en el Monasterio de las Madres Nazarenas de Lima y como las noticias acerca de las milagrosas apariciones de la Señora de la Nube se publicaron y difundieron en toda la ciudad, las religiosas lograron que la Priora Madre Bárbara Josefa de la Santísima Trinidad (una de sus fundadoras), el Consejo Directivo y el resto de la comunidad, decidieran rendir un merecido y grato homenaje a la memoria y la tierra ecuatoriana de la fundadora del Instituto Nazareno, Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo.
Es así que se incorporan el lienzo con la imagen de la Virgen de la Nube a las Andas del Señor de los Milagros de las Nazarenas.
*Fuente: Arzobispado de Lima