Te damos gracias Jesús: en tu nacimiento en Belén has revelado la dignidad de los niños y los has elegido como medida del reino de los cielos. Por la intercesión de S. Jerónimo, a quien nos has dado como signo de tu predilección hacia los pequeños y jóvenes, haz que tu Espíritu los ayude a crecer en sabiduría, edad y gracia, y que su vida sea siempre del agrado del Padre tuyo y nuestro que está en los cielos. Amén.