En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Oración preparatoria para todos los días
Señor Dios nuestro, que en los designios de vuestra bondad adorable predestinasteis a San Antonio María Claret para el ministerio apostólico de la salvación de las almas y le previnisteis con especiales dones de gracia, a fin de que fuera dechado de santidad en los distintos estados de la vida cristiana. Yo os alabo y doy gracias por los tesoros de virtud que depositasteis en su alma, sobre todo aquel espíritu de caridad con que acogía a cuantos recurrían a él en sus necesidades espirituales y temporales. Concededme la gracia de saber seguir sus ejemplos e imitar sus virtudes, y especialmente la que vengo a pediros en esta Novena mediante su poderosa intercesión ante Vos. Os la pido también por el Corazón Inmaculado de María, de cuyas glorias y misericordia le hicisteis apóstol predilecto. Amén.
Meditación del Octavo día
San Antonio María tuvo una verdadera piedad filial para con la Santísima Virgen; la amó y honró siempre como a Madre ternísima. De niño, se complacía en visitar sus imágenes; de tejedor, le rezaba todos los días las tres partes del Rosario; de estudiante, se alistó en sus asociaciones, para venerarla más fielmente; sacerdote, se consagró como esclavo suyo de amor; misionero, predicó incansable sus glorias y propagó las prácticas de devoción y sus asociaciones, especialmente el santo Rosario y la devoción a su Inmaculado Corazón, cuya archicofradía estableció en todas las parroquias de la archidiócesis de Santiago. ¡Con qué ternura filial amaba al Corazón Inmaculado de María! Y ¡cuán maternalmente pagó la Santísima Virgen esta piedad de su' Siervo! ¡Cuántas veces le libró de la muerte, le dió victoria en las tentaciones y peligros, hizo fructuosísimos todos sus ministerios!
Invocación del Octavo día
¡Oh glorioso San Antonio María, que ya desde los tiernos años escogiste a la Santísima Virgen por madre y maestra de vuestra vida espiritual, logrando así llegar a las más altas cumbres de la santidad! Alcánzanos para con ella verdadera piedad de hijos; que conozcamos sus grandezas y excelencias, que sintamos el atractivo de su Corazón maternal, para mejor conocer, amar y servir a su Santísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Invocaciones para todos los días
1. Glorioso San Antonio María, confesor y Obispo de la Iglesia: alcánzanos tu amor a la Iglesia santa y una fidelidad inquebrantable a todas sus enseñanzas y preceptos. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
2. Glorioso San Antonio María, Apóstol de la Santísima Virgen: alcánzanos tu devoción a su Inmaculado Corazón, y mediante ella la salvación de nuestras almas. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
3. Glorioso San Antonio María, ilustre Fundador de Congregaciones religiosas: alcánzanos un ardiente amor a Jesús, para seguir sus pasos hasta la cumbre de la perfección cristiana. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Oración final para todos los días
V. Ruega por nosotros, San Antonio María.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
Señor Dios, que adornasteis con virtudes apostólicas a vuestro bienaventurado Confesor y Pontífice Antonio María, y por su medio reunisteis en la Iglesia nuevas familias de clérigos y de vírgenes: os suplicamos nos concedáis que, instruidos con sus saludables enseñanzas y confortados con sus ejemplos, podamos felizmente llegar a Vos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo