La vocación al matrimonio

1. ¿Qué significado tiene el matrimonio cristiano?

El matrimonio expresa el amor de Dios por su pueblo, que es la iglesia. Así como Cristo se entregó en sacrificio por amor a la Iglesia y permanece eternamente fiel a ella, del mismo modo los esposos se entregan uno al otro totalmente, imitando el amor de Cristo.

2. ¿Es un bien recibir el sacramento del matrimonio?

Es un gran bien recibir el sacramento del matrimonio en el caso de los bautizados, porque es el único modo de santificar el amor humano entre el hombre y la mujer.

3. ¿Qué bienes comunica el matrimonio a los esposos?

El Señor infunde su gracia en los corazones de los esposos para que cumplan los deberes propios de su estado: la fidelidad a sus promesas, la procreación y educación de sus hijos, el sostenimiento mutuo en medio de las alegrías y dificultades de su vida.

4. ¿Hay algo especial en el matrimonio entre los bautizados?

El matrimonio entre los bautizados es uno de los siete sacramentos que instituyó Jesucristo. Esto quiere decir que es un camino de santidad: Dios llama a los esposos a que ganen el Cielo santificándose en su matrimonio y en su vida familiar. Saber que el matrimonio es una vocación divina ayuda a defenderlo y a valorarlo adecuadamente respondiendo con generosidad a la voluntad de Dios.

5. ¿Están casados un hombre y una mujer bautizados, que viven juntos y no han recibido el sacramento del matrimonio?

Puede que estén casados ante el juez por el matrimonio civil, pero no lo están delante de Dios.
Aunque en el lenguaje común se dice que "están casados", realmente no lo están porque entre los cristianos el amor matrimonial sólo recibe la bendición de Dios y se confirma con el sacramento del matrimonio. .

6. ¿Qué deben hacer las personas que estén en esa situación?

Un hombre y una mujer que siendo católicos estén viviendo juntos y quieran seguir viviendo así para siempre, deberían hablar con el párroco o sacerdote católico más cercano y exponerle su situación y procurar santificar su hogar con el sacramento del matrimonio.

Si quisieran celebrarlo, no deben temer el pequeño desembolso económico que suponga la celebración; ni preocuparse aunque lleven muchos años viviendo así, incluso con hijos mayores, o de otras uniones anteriores no sacramentales: lo importante es que su hogar y su amor quede santificado y ellos tengan la conciencia de haber cumplido la voluntad amorosa de Dios.

7. ¿Tiene mérito que un hombre y una mujer, aunque ato hayan recibido el sacramente: del matrimonio, vivan juntos guardándose fidelidad?

Esa conducta tiene valor ejemplar. La fidelidad es un gran valor humano y una gran virtud que hace posible el despliegue auténtico de la personalidad y la felicidad familiar. Sin embargo, si ese hombre y esa mujer que viven juntos son católicos, su fe y amor a Dios deben llevarlos, siempre que sea posible, a santificar su hogar con el sacramento del matrimonio.

8. ¿Por qué algunos tienen miedo de recibir el sacramento del matrimonio?

Algunas parejas que se guardan fidelidad temen que si reciben el sacramento del matrimonio, el cónyuge va a sentirse seguro de poseer al otro y que eso puede ser el comienzo de problemas en su matrimonio. Sin embargo, deben saber que ese temor es infundado cuando hay verdadero amor, ya que el amor de los esposos y el Sacramento que santifica su hogar es el principio de la bendición de Dios para su familia.

9. ¿Cómo se puede ayudar a estas personas a salir de su equivocación?

Estas personas deben saber que el sacramento del matrimonio bendice el amor ya existente entre los esposos, les da fuerzas para vivirlo, y reciben la ayuda divina y la bendición de Dios para santificarse en su vida matrimonial.

CATECISMO DE LA FAMILIA 
Y DEL MATRIMONIO

Padres Fernando Castro y Jaime Molina