Introducción
1. No hace mucho me pidieron algunos hermanos que contestara a un panfleto escrito por un tal Elvidio. He atrasado hacer esto, no porque sea un tema difícil en el cual defender la verdad y refutar a un campesino ignorante que tiene escaso conocimiento del primer destello de aprendizaje, sino porque me temía que mi respuesta pudiera hacerlo parecer alguien digno de ser derrotado.
Estaba también la consideración adicional de que un tipo turbulento (el único individúo en el mundo que se cree a si mismo laico y sacerdote, uno que, como se ha dicho, piensa que la elocuencia consiste en usar muchas palabras y considera que hablar mal de cualquiera es ser testimonio de una buena conciencia), empezaría a blasfemar peor que nunca si la oportunidad de discutir se le daba. Se pararía sobre un pedestal, y podría publicar a lo largo y a lo ancho sus puntos de vista.
También hay razón de temer que cuando la verdad le falle, él podría atacar a sus oponentes con el arma del abuso.
Pero todos estos justos motivos para mantener el silencio, hace poco han dejado de influenciarme, debido al escándalo causado a los hermanos que estaban disgustados ante sus delirios. El hacha del Evangelio debe, por lo tanto, aplicarse a la raíz de un árbol sin frutos, y tanto el árbol como su follaje sin fruto deben tirarse al fuego, para que Elvidio – que nunca aprendió a hablar—pueda a la larga aprender a callar su lengua.
2. Debo invocar al Espíritu Santo para expresar Su significado por mi boca y defender la virginidad de María Bendita. Debo llamar al Señor Jesús para resguardar de toda sospecha de relación sexual a la sagrada habitación del vientre en el que Él habitó por diez meses. [NOTA: Jerónimo usa el método antiguo de contar a las partes de los meses como meses enteros, por lo tanto a un embarazo de poco más de nueve meses se dice que duró diez meses; luego, en el capítulo 20, muestra que sabe que un embarazo normalmente dura nueve meses]. Y también debo rogar a Dios Padre que muestre que la madre de Su Hijo, que fue una madre antes de ser una recién casada, continuó siendo virgen después de que su hijo nació.
No siento ningún deseo de trasladarme a los campos de la elocuencia, no nos valemos de las trampas de los lógicos o las espesuras de Aristóteles. Nosotros utilizaremos las verdaderas palabras de la Escritura. Que él sea derrotado por las mismas pruebas que ha utilizado contra nosotros, para que pueda ver que era posible para él leer lo que está escrito, y aun así ser incapaz de discernir la conclusión establecida de una fe sólida.
3. La primera declaración de él [Elvidio] fue:
“Mateo dice, ‘Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María como esposa, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. [Mateo 1:18-20]. Noten , lo que él [Mateo] dice, la palabra usada es “desposada”, no “confiada” como usted [Jerónimo] dice, y por supuesto la única razón por la que estaba desposada es que algún día estaría casada. Y el Evangelista no hubiera dicho “antes de que se juntasen” si no se hubieran juntado, porque nadie hubiera usado la frase “antes de que cenara” acerca de un hombre que no va a cenar. Luego, nuevamente, el ángel la llama “esposa” y habla de ella como si estuviera unida a José. Luego somos invitados a escuchar a la declaración de la Escritura: “Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Y no la conoció hasta que parió a su hijo” [Mateo 1:24-25 a].”
4. Tomemos los puntos uno por uno, y sigamos las vías de esta impiedad para que podamos mostrar que él [Elvidio] se ha contradicho a sí mismo. Él admite que ella estaba “desposada,” y en el siguiente aliento la tiene como esposa de un hombre, a pesar de que ha admitido que el su desposada. Nuevamente la llama “esposa” y luego dice que la única razón por la que ella estaba desposada era que algún día podría casarse. Y, por miedo a que no pensemos que eso es suficiente, “la palabra usada,” él dice, “es ‘desposada’ y no ‘encomendada’,”’ es decir, aún no una esposa, aún no unida por la obligación del matrimonio.