Domingo 30 de julio del 2017

Hoy Jesús también nos habla que tenemos que tomar opciones. Nos cuenta que un hombre encontró un tesoro en un campo, un tesoro valiosísimo. Y quería ese tesoro. Entonces, para que sea suyo necesitaba ser dueño del campo donde estaba enterrado. ¿Pero cómo hace para comprar ese campo si no le alcanzaba el dinero? Toma una decisión muy sabia, este hombre sabía de negocios: vende todo lo que tiene, probablemente su casa y todos sus bienes, porque sabe que en realidad no está perdiendo, porque el tesoro que va a encontrar vale muchísimo más que todos los bienes que ya posee. La renuncia para él iba a significar una ganancia mayor. Así que vende todo, compra ese terreno y se convierte en dueño del tesoro que estaba en él.

 

Queridos amigos, esta es la gran decisión de la vida, este es el gran negocio. ¿Cuál es tu tesoro más grande? ¿Jesús es tu gran tesoro? ¿O quizá no lo es mucho? ¿Cuánto de tu vida estás dispuesto a invertir? ¿Estás dispuesto a darlo todo con tal de ganar a Cristo Jesús? ¿Estás dispuesto a renunciar a algunas cosas? Porque sabes, no se puede tener a Dios y al mundo al mismo tiempo. Eso no se puede.