¿Educación mixta o separada?

Los simplismos en temas tan complejos como la educación son muy peligrosos. La profesora María Ángeles Oliveros Correa ha realizado unos comentarios al respecto que hago míos.

Algunos de los objetivos que se proponía la escuela mixta eran: promover una educación que tuviera por modelo la familia; facilitar la integración y maduración de las emociones del niño y generar un mayor ambiente competitivo. La mujer adquiriría una mayor facilidad en el juicio y en la expresión, mientras que los chicos aprenderían de las chicas a estudiar con diligencia y constancia. La presencia de las chicas mejoraría las relaciones sociales. Se desarrollaría con más naturalidad la amistad. Sin embargo, actualmente hay abierto un debate sobre la educación mixta y separada sencillamente porque no se han logrado los objetivos propugnados por este sistema.

Los países pioneros en implantar la coeducación están revisando sus planteamientos. Los estudios vienen de países como Japón, Estados Unidos y Suecia con una larga experiencia en sistemas de educación mixta, con una mayor tradición social de igualdad de oportunidades entre los sexos. El acuerdo por lograr una mayor oportunidad de igualdad social es unánime, pero hay razones para el desacuerdo. Sobre todo, la falta de garantías científicas. En muchos centros no puede hablarse de coeducación aunque incluyan chicos y chicas porque no se tiene en cuenta su diversidad ni se respetan sus exigencias personales. Además, los ritmos de maduración psicológica son distintos. Es sabido que entre los diez y los trece años las chicas se desarrollan más deprisa y que entre los catorce y los diecisiete su evolución es mucho más lenta mientras que en los chicos es mas rápida. Parece que igualarles la educación en estas edades es un contrasentido psicológico. Por otra parte, en la educación de la sexualidad no conviene olvidar que es distinta la función del sexo en la mujer que en el hombre. La mujer necesita una preparación adecuada para una misión que requiere una especial capacidad de decisión y fortaleza. Se puede estar a favor de la coeducación o de la educación separada pero, en cualquier caso, hay que optar por la libertad. Una sociedad se empobrece cuando obliga a todos a seguir un único modelo educativo. Hay que respetar el derecho de los padres para elegir el tipo de escuela que mejor se adecue a sus intereses. En un país democrático la libertad para escoger el modelo de educación debería estar garantizado por el Estado.


Gonzalo Ruiz Leal
(Vivir en Familia)

Fuente: www.irabia.org