Mantener un matrimonio a veces es difícil, pero proteger a los hijos después de un divorcio puede ser aún más complicado
Sufrir depresión, tener problemas en la escuela, y desarrollar menos habilidades sociales en comparación con otros niños, son algunas de las dificultades que padecen los hijos de padres divorciados.
Estas características han sido dadas a conocer por un estudio de laUniversity College Dublin que reveló que los efectos del divorcio son más dañinos para los hijos que la muerte de uno de los progenitores.
La investigación demostró su resultado más sorprendente cuando halló que la sensación de pérdida que se experimenta como resultado de un divorcio es mayor que la experimentada con resultado de un divorcio es mayor que la experimentada con la muerte de un padre.
SUS REALES EFECTOS
Ante estos hechos, Patricia Casey, la autora de la investigación, muestra su preocupación por la subestimación que se tiene, acerca de los efectos que el divorcio causa en los hijos.
Los niños sí sufren por la separación y el divorcio -asegura la profesional-; y señaló que su intención es corregir la idea difundida de que la separación es una alternativa positiva para las parejas que atraviesan por un matrimonio «malo», aseguró la profesional.
«Nadie debería engañarse con la idea de que el divorcio es fácil», agregó y sostuvo que «mantener un mal matrimonio juntos es difícil, pero proteger a los hijos después de un divorcio puede ser aún más complicado. Las parejas necesitan darse cuenta de esto».
Casey citó estudios que confirman sus resultados como el elaborado por Judith Wallerstein de la Universidad de California en Berkeley.
Otro estudio sobre el divorcio que están en Internet -en inglés- es el elaborado por The Heritage Foundation, titulado «Los Efectos del Divorcio en América», que revela que los hijos de los divorciados sufren más abusos, presentan más problemas de salud, conducta y emocionales, y son más propensos a caer en crímenes y abuso de drogas.
Psicología de los hijos del divorcio
La citada psicóloga californiana Judith Wallerstein aporta en su obra «Lawand Divorce»("Ley y Divorcio") conclusiones contundentes sobre el perfil psicológico de los hijos de divorciados. Según la investigación:
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25% de ellos no ha terminado el colegio (contra 10% de hijos normales).
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El 60% ha requerido tratamiento psicológico (contra el 30%).
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El 50% ha tenido problemas de alcohol y drogas antes de los 15 años.
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El 65% tienen una relación conflictiva con el padre (sólo el 5% ha recibido ayuda económica sustancial por parte del padre).
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Pese a que la mayoría pasan los 30 años de edad, apenas el 30% se ha casado.
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Del total de casados, el 50% ya se ha divorciado.
Según la experta, aunque las reacciones psicológicas al trauma son diferentes y tan variadas como el número de individuos, existen algunas constantes. En efecto, los hijos de los divorciados sufren sentimientos de culpa, irritación y malhumor, y una gran desconfianza o incapacidad para expresar sus sentimientos auténticos en el momento adecuado.