Da la impresión de que la mayoría de los accidentes tienen en común el hecho de que se podían haber evitado con un poco más de cuidado y atención. A pesar de que la mayor parte de ellos puedan ser impedidos, la gente considera en general que los accidentes sólo les ocurren a otras personas. Sin embargo, las estadísticas sobre los daños causados por accidentes, son realmente sorprendentes. A pesar de que ha habido un avance notable en la reducción de las muertes ocasionadas por diversas enfermedades, la tasa de mortalidad a causa de accidentes ha disminuido muy poco. En realidad, éstos ocupan el cuarto lugar como causantes de muerte en los Estados Unidos. Los fallecimientos de niños entre las edades de 1 y 14 años son causados más por accidentes que por las siguientes enfermedades tomadas en conjunto: tuberculosis, difteria, polio, sífilis, fiebre reumática y apendicitis; todas ellas más los asesinatos provocan menos muertes por año que los accidentes que ocurren en el hogar. Cada año mueren en los Estados Unidos unas 29.000 personas a causa de los accidentes caseros. Esta cifra debería ser suficiente para que los padres pensaran muy bien en las posibilidades de accidentes e hicieran que la palabra "descuido" deje de formar parte de su vocabulario.
Los padres pueden realizar un cuidadoso proyecto de prevención con el fin de afianzar la seguridad en el hogar, tras de estudiar los diferentes tipos de accidentes que puedan ocurrir y de efectuar un análisis de cada habitación de la casa para impedir que sucedan aquéllos.
Diferentes tipos de accidente
Las diversas clases de accidentes que ocurren comúnmente en el hogar serán detalladas a continuación con algunas de sus causas más probables. Esto podrá servir como una lista de control de las precauciones que se deben tomar para que haya seguridad en el hogar.
Caidas
Los accidentes causados por caídas son los más comunes en el hogar. De hecho, casi la mitad de las muertes por accidentes domésticos, son consecuencia de caídas. La prevención de éstas depende, esencialmente, de un adecuado mantenimiento de la superficie de los pisos (tanto del exterior como del interior de la casa), del cuidado de eliminar cualquier obstáculo peligroso. Para ayudar a eliminar las causas comunes de las caídas, se recomiendan las siguientes precauciones: Cuidar que las aceras estén en buenas condiciones, quitar las ramas u otros objetos que obstruyan el paso y revisar que los porches y escaleras de la casa estén firmes y sin obstáculos. Asegurar que los bastidores de tela de alambre, postigos o cualquier otra protección colocada en las ventanas estén fijados de manera segura. Revisar periódicamente escaleras y escalones para ver si son necesarias algunas reparaciones. Usar escaleras portátiles firmemente colocadas, en vez de cajas o sillas. No subir las escaleras con los brazos llenos de objetos, ni trepar los escalones de dos en dos o más. Los pisos encerados deben cuidarse en forma apropiada. Hay que frotar bien la cera para obtener así una superficie más adherente. Con las repetidas enceradas, todo piso se vuelve cada vez más resbaloso, razón por la cual debe removerse la cera después de haber sido aplicada cinco veces consecutivas. Los tapetes y alfombras deben colocarse en lugares apropiados y fijarse firmemente en el piso o sobre bajoalfombras que sean antiderrapantes. Hay que cuidar que no tengan agujeros u orillas dobladas. La base de goma de los tapetes debe revisarse con regularidad ya que se desgasta con las lavadas o se impregna con la cera de los pisos. Los pisos y escaleras no deben tener muebles mal colocados. Las sillas y mesas, por ejemplo, no deben ocultar la vista de una escalera u obstruir el libre acceso a una habitación. Lo anterior se aplica también a otros objetos que puedan haberse dejado tirados, como los juguetes de los niños. Estos podrán aprender hábitos de seguridad acostumbrándose a guardar sus juguetes tras de haber jugado con ellos. Los cables eléctricos son también riesgos que hay que tomar en cuenta. Deben ser colocados por detrás de los muebles y alejados de los lugares por donde se camina. Finalmente, es necesario usar zapatos apropiados y cómodos. Los zapatos con suela resbalosa, las pantuflas o el andar en medias o descalzo no son prácticas aconsejables sobre ciertos tipos de superficies.
Fuego, quemaduras y choques electricos
Dado que la calefacción y el fuego son indispensables en la vida cotidiana para calentar la casa, cocinar y hasta para fumar, se debe dar especial atención diariamente a los riesgos implícitos en el uso del fuego. Entre los elementos mas peligrosos e importantes a ser tomados en cuenta se incluyen: el equipo y los cables eléctricos defectuosos, los hábitos en el fumar y el mal uso de los cerillos, el buen funcionamiento del equipo de calefacción, el mantenimiento adecuado de las estufas de petróleo, la espontánea ignición de la basura, él uso inadecuado de líquidos inflamables, las cenizas calientes y la colocación de combustibles en lugares cercanos a los calefactores.
Los incendios en las instalaciones eléctricas pueden ser el resultado de una sobrecarga en los circuitos, de cables defectuosos, de material aislado deficientemente, de interruptores defectuosos y del mal empleo de los aparatos eléctricos. Además de causar quemaduras y provocar incendios, la electricidad no manejada correctamente puede ocasionar conmociones e incluso la muerte, como consecuencia de fuertes descargas de la instalación eléctrica. En las casas antiguas se debe revisar la instalación ya que los aparatos eléctricos modernos demandan mayor carga de corriente. Sobrecargar un circuito y, en consecuencia, hacer que se sobrecaliente, puede ser el resultado de utilizarlo para demasiadas lámparas, motores u otros artículos. El calentamiento que se produce por esta sobrecarga puede provocar un incendio. Aun cuando la corriente no sea excesiva, puede haber un calentamiento peligroso o pueden saltar chispas debido a que las instalaciones eléctricas tengan conexiones sueltas o mal hechas. El fusible que se considera más seguro es el interruptor automático de circuito. Usar una moneda en vez de un fusible o fusibles es un habito común y muy peligroso.
Para dramatizar el peligro que puede representar una actitud descuidada hacia la electricidad en el hogar, citaremos a continuación un ejemplo: Una niña de tres años se quedó sola unos minutos en la mesa del comedor e introdujo un tenedor en el tostador de pan (algo que sus papás hacían con frecuencia) para sacar una rebanada; colocó, a la vez, la otra mano - la cual estaba húmeda en la parte exterior del tostador (de metal y por tanto excelente conductor eléctrico); poco después se encontró a la pequeña completamente inconsciente a causa de las quemaduras y de la descarga eléctrica y, a pesar de haber sido atendida de inmediato, no se le pudo salvar la vida. Tales desgracias pueden ser evitadas si los padres toman en cuenta las siguientes advertencias de seguridad que hacen los expertos en electricidad:
Los cables de los aparatos eléctricos no deben pasar por encima de radiadores o tuberías. No se deben tocar los aparatos eléctricos cuando se encuentra uno en la bañera, parado sobre un piso húmedo (como el de la lavandería) o con las manos mojadas. Los cables eléctricos no deben pasar por los batientes de las puertas ni por debajo de las alfombras, ya que el constante abrir y cerrar de las primeras y el caminar sobre las segundas, dañarán el material aislador. Los aparatos eléctricos deben ser colocados en contactos adecuados. Hay enchufes falsos que pueden colocarse en los tomacorrientes que no se deben usar, para impedir la curiosidad de los niños y de los bebés que gatean. Los enchufes no deben desconectarse tirando del cable sino del enchufe mismo. Una plancha eléctrica nunca debe dejarse conectada, ni por un solo instante, sin ser debidamente observada. Lámparas, aparatos eléctricos, cables de extensión y los núcleos de los cables conductores deben llevar una etiqueta en la que conste que fueron inspeccionados por autoridades competentes. Los cables que tengan el material aislante desgastado o agrietado deberán ser renovados. Algunas causas de ese desgaste son el roce con muebles de bordes afilados o el retorcer y tironear los cables. Las reparaciones o colocaciones de cables eléctricos en el hogar requieren la atención de personas especializadas en ello; no es un trabajo que cualquier aficionado puede realizar. Deben limpiarse todos los desperdicios que pueden haberse acumulado en sótanos, armarios, garajes, desvanes o en otros lugares de almacenaje. Además de estar alerta ante los peligros que representa la electricidad, toda la familia debe formarse el habito de controlar otros riesgos como el que representa el fuego. Para ello debe hacerse lo que sigue: Asegurarse de que las colillas de cigarrillos hayan sido bien apagadas; vaciar los ceniceros con regularidad y no fumar en la cama o cuando se esté muy cansado. Cigarrillos y cerillos siguen ocupando el primer lugar como causantes de incendios. Dejar siempre los cerillos lejos del alcance de los niños. Quitar todos los trapos impregnados de combustible que se hallen en los rincones de un armario o en el garaje. No dejar basura o botes de basura en lugares cercanos a una caldera. Almacenar los líquidos inflamables (gasolina, petróleo, pintura, etc.) preferiblemente en la parte exterior de la casa, lejos de las llamas o de algo caliente ya que sus gases con frecuencia son inflamables. Nunca se deberán usar estos líquidos para prender fuego en el interior de la casa. Todos los artículos de fácil combustión (papel, trapo, hojas secas y leña deben guardarse lejos de fuentes de calor e ignición (como calefactores, chimeneas, hornos, estufas y equipo eléctrico). Los aparatos eléctricos, como las planchas, que conservan el calor aún cuando hayan sido desconectados, deberán ser manejados y guardados con especial cuidado. Los sopletes, soldadores y otros artículos semejantes se deben almacenar en estantes no inflamables. Es indispensable disponer de un buen extinguidor cerca de tales herramientas para el caso de que se produzca una ignición incontrolable. Todo fuego que se enciende con un determinado propósito debe mantenerse alejado de los edificios o dentro de recipientes adecuados. Los niños deben aprender a temprana edad que tienen que estar prudentemente alejados de los calefactores y el fuego. Los adultos deben dar el ejemplo en esto y protegerse a sí mismos, evitando el contacto directo con los calefactores y el fuego siempre que sea posible. Es aconsejable que las casas tengan equipo adecuado para combatir el fuego, como extinguidores, varias mangueras en lugares estratégicos, de ser ello posible, además de material de primeras auxilios.
Envenenamientos por gas
Aparte de los peligros que representan los sistemas eléctricos defectuosos están los derivados de la calefacción, que encierran la posibilidad de incendios y envenenamientos con gas, especialmente en invierno. Para evitar la posibilidad de un incendio y del envenenamiento con monóxido de carbono, los sistemas de calefacción deben ser revisados anualmente en busca de los siguientes defectos:
Los cañones de las chimeneas no deben tener secciones agrietadas o corroídas. Las calderas y aparatos de calefacción deben ser inspeccionados por personal calificado y han de efectuarse las reparaciones necesarias. El equipo para quemar combustible, los conductos de éste y las chimeneas deben ser revisados regularmente y conservados en buenas condiciones. Si por alguna buena razón el combustible que se utiliza en el sistema de calefacción debe ser cambiado, un técnico especialista deberá hacer los ajustes necesarios para asegurar una combustión apropiada. No se deben operar calderas, calefactores, chimeneas o calentadores de agua sin una entrada adecuada de aire que reponga continuamente el que se haya perdido a través de la combustión. Los calefactores que funcionan a base de petróleo deben ser del tipo que no se vuelca fácilmente. Las tuberías que llevan el gas y el petróleo de los calefactores deben ser de metal y estar bien protegidas. Los calefactores eléctricos deben estar provistos de un interruptor de seguridad en la parte inferior, de manera que se apaguen automáticamente en caso de que el aparato se caiga. Los calefactores de gas y petróleo deben tener ventilación hacia el exterior de la casa.
Es recomendable revisar el sistema de escape de los automóviles. Los gases deben ser llevados íntegramente al tubo de escape y hacia fuera de los automóviles. Hay que asegurarse de que el escape no tenga defectos peligrosos. Una persona sentada en un automóvil estacionado por unos cuan