Domingo 25 de junio del 2017

 

Evangelio: Lucas 1:57-66, 80

Algunos piensan que lo contrario a tener miedo es ser valiente. Y no es así. Jesús fue valiente, y nos dice el Evangelio de Marcos que en Getsemaní sintió pavor y angustia. Dios ha puesto en nosotros que podamos sentir miedo, para que nos alejemos del peligro, para preservarnos. El miedo es la inseguridad que sentimos cuando un bien que valoramos se ve amenazado.

Hoy Jesús no nos va a decir: no tengan miedo. Sino lo que nos va a decir es: no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Es decir, lo que nos tiene que dar miedo es perder el alma, o sea no alcanzar la salvación. A eso sí tengámosle miedo.