Evangelio:
1 «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;
2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
Meditación:
Qué es lo que hace un pastor por sus ovejas? Las cuida, no deja que se pierdan, para eso las mantiene unidas, busca donde hay pastos buenos y las lleva ahí para alimentarse. Esa es la tarea de un pastor. Y eso hace Jesús con nosotros. Pero saben qué, Jesús hoy no dice simplemente yo soy un pastor. Sino que nos dice: yo soy el Buen Pastor. Es un pastor bueno. Porqué? Porque doy la vida por mis ovejas. Aquí Jesús se salió de todo esquema. Está bien que un pastor alimente, cuide y guarde a sus ovejas. Pero se imaginan que el pastor muera, se sacrifique, entregue la vida por alguna de sus ovejas? No vale más la vida del pastor que la de las ovejas? Creo que sí. Tendría que estar loco de amor, para atreverse a hacer algo así. Pero saben qué es lo insólito de esto? Que esta experiencia que parece increíble, ahora hay que multiplicarla por mil. Porque resulta que las ovejas somos nosotros, y el Pastor que va a entregar la vida por sus ovejas, es Dios mismo. No vale más la vida de Dios que todo lo que pueda haber en este mundo? Eso ha querido hacer Dios. Todos podríamos esperar que Dios sea bueno, que nos perdone, que nos ayude, que sea generoso. Pero que de la vida por nosotros? Eso es una locura. Eso nadie lo esperaba.