En el Bautismo Dios infunde en el alma, sin ningún mérito nuestro, las virtudes, que son disposiciones habituales y firmes para hacer el bien. Las virtudes infusas son teologales y morales. Las teologales tienen como objeto a Dios; las morales tienen como objeto los actos humanos buenos. Las teologales son tres: fe, esperanza y caridad.
Las morales, que se llaman también virtudes humanas o cardinales, son cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Cuenta también el cristiano con los dones del Espíritu Santo, que facilitan el ejercicio más perfecto de las virtudes.
Con relación a la virtud teologal de la caridad, o sea, del amor, hay que tener en cuenta que el amor a Dios y el amor al prójimo son una misma y sola cosa de modo que uno depende del otro; por esto, tanto podremos amar al prójimo cuanto amemos a Dios; y, a la vez, tanto amaremos al Dios cuanto de verdad amemos al prójimo.
¿Qué es la virtud?
La virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien.
¿Cuántas clases de virtudes hay?
Hay dos clases de virtudes: las virtudes teologales y las virtudes humanas o morales.
¿Cuántas son las virtudes teologales?
Las virtudes teologales son tres: la fe, la esperanza y caridad.
¿Qué es la fe?
La fe es la virtud teologal por la cual creemos en Dios, en todo lo que El nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos enseña como objeto de fe.
¿Qué es la esperanza?
La esperanza es la virtud teologal por la cual deseamos y esperamos de Dios, con una firme confianza, la vida eterna y las gracias para merecerla, porque Dios nos lo ha prometido.
¿Qué es la caridad?
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios, con el amor filial y fraterno que Cristo nos ha mandado.
¿Por qué debemos amar a Dios sobre todas las cosas?
Debemos amar a Dios sobre todas las cosas, porque sólo Dios es infinitamente amable y porque nos ha creado para el Cielo.
¿Por qué debemos amar al prójimo?
Debemos amar al prójimo porque todos los hombres somos hermanos, hijos del mismo Padre celestial, redimidos con la Sangre de Jesucristo y destinados a ir al Cielo.
¿Qué son las virtudes humanas?
Las virtudes humanas, llamadas también virtudes morales, son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe.
¿Cuántas son las virtudes humanas?
Las virtudes humanas o morales son muchas, pero pueden agruparse en torno a cuatro principales, llamadas virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
¿Qué es la prudencia?
La prudencia es la virtud que dispone de razón práctica para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien y elegir los medios justos para realizarlo.
¿Qué es la justicia?
La justicia es la virtud que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.
¿Qué es la fortaleza?
La fortaleza es la virtud que asegura la firmes y la constancia en la práctica del bien, aun en las dificultades.
¿Qué es la templanza?
La templanza es la virtud que modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creados.