La dignidad del hombre nace del hecho de haber sido creado por Dios a su imagen y semejanza, haber sido reconciliado por Cristo y estar llamado a la Bienaventuranza del Cielo.
Es tanta la dignidad del hombre, que el Concilio Vaticano II afirma que el hombre es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (Gaudium et Spes, 24,3).
El hombre, ayudado por la gracia y usando bien de su libertad, puede identificar su voluntad con la voluntad de Dios, pues "Lo que Dios quiere es siempre lo óptimo" (Santo Tomas Moro a su hija Margarita).
¿De dónde nace la dignidad del hombre?
La dignidad del hombre nace de ser creado por Dios a su imagen y semejanza, de haber sido reconciliado por Cristo y de estar llamado, mediante la gracia, a alcanzar su plenitud en la bienaventuranza del cielo.
¿Cómo puede el hombre llegar a la felicidad del cielo?
Mediante el ejercicio de su libertad, practicando el bien, cumpliendo en su vida el amoroso plan que Dios tiene para él.
¿Qué es la libertad?
La libertad es la capacidad que tiene el hombre de ejecutar por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es en el hombre signo eminente de la imagen divina.
¿Cuándo la libertad humana alcanza su grado máximo?
La libertad humana alcanza su grado máximo cuando el hombre descubre el pan de amor que Dios tiene para él y lo vive plenamente en su actuación diaria.