Señales físicas: fatiga constante, quejas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
Señales Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, comportamiento irresponsable, poco amor propio, depresión y una falta general de interés.
Señales en la Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas o el dejar de comunicarse con la familia.
Señales en el estudio: calificaciones bajas, ausencias frecuentes y problemas de disciplina.
Problemas Sociales: amigos nuevos a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y de la escuela, problemas con la ley y el cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir y en la música.
Es importante saber que algunas de estas señales pueden también indicar otros problemas. En todo caso, ante esta situación, los padres deben demostrar preocupación y cercanía con el adolescente dialogando abierta y francamente el uso y abuso de las bebidas alcohólicas y de las drogas.