Dios omnipotente y eterno
que nos has dado
en la beata Maria de san José
un modelo de amor a los huérfanos
y ancianos abandonados,
haz que, siguiendo su ejemplo,
reconozcamos en los pobres
y marginados a tu hijo Jesucristo
y logremos servirles
con el mismo amor
con que ella les sirvió.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.