San José, patrón del Purgatorio

El cardenal Rouleau, arzobispo de Montréal, Canadá, escribía recientemente: “El poder de san José, patrón de la Iglesia universal, se ejerce con seguridad sobre la Iglesia sufriente como sobre la Iglesia militante. Las letanías lo invocan llamándolo: Patrono de los moribundos. Los moribundos, a los que consuela al momento del tránsito, pueden, evidentemente contar de inmediato con su paternal protección”. El 12 de febrero último, su Eminencia, concedía, para su diócesis, 200 días de indulgencias a la oración siguiente, indulgenciada, igualmente e otras diócesis:

“Gran Santo, que amaste tan tiernamente a Jesús, y sentiste tan vivamente la pena de su ausencia durante el tiempo que pasaste en los Limbos, anda en auxilio del alma de “X”. Sé su consolador y su intercesor delante de Jesús y María. Haz que le sean aplicadas los sufragios de los piadosos fieles y los méritos del Salvador para que, librada de los lazos que la retiene, vuele al seno de Dios y entre en posesión de la dicha eterna. Amén”.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa