Dios, fuente de vida y de sabiduría que has llenado
a Santa Hildegarda de Bingen de espíritu profético.
Ayúdanos para que con su ejemplo reflexionemos en tus caminos
y sigamos tu guía,
para que en la oscuridad reconozcamos la luz de tu claridad
y estemos en vela para el instante en que Tú quieras encontrarnos.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor, amén.