Dios y Señor nuestro,
que con tu amor hacia los hombres
quisiste que San Romualdo anunciara
a los pueblos la riqueza insondable que es Cristo,
concédenos, por su intercesión,
crecer en el conocimiento del misterio de Cristo
y vivir siempre según las enseñanzas del Evangelio,
fructificando con toda clase de buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén.