Cercana ya la hora del supremo sacrificio que Él libremente, como Hijo de Dios, había aceptado, el Señor Jesús experimenta, en su sensibilidad, el terror y la tristeza; pero desde el fondo de su ser, se pone en manos del Padre. En el huerto, el Señor experimentó el abandono de los discípulos que se duermen y el beso traidor de Judas.
«Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: "Sentaos aquí, mientras voy allá a orar". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dice: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: "Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú". Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: "¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil". Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: "Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad". Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Viene entonces donde los discípulos y les dice: "Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. ¡Levantaos!, ¡vámonos! Mirad que el que me va a entregar está cerca".» (Mt 26,36-46).
Luego de la Última Cena, Jesús junto a sus discípulos partieron en dirección al valle del Cedrón en dónde había un huerto llamado Getsemaní. Entraron y caminaron hacia el noroeste.
Getsemaní es un pequeño bosque cerca de una prensa de aceitunas cruzando el Valle del Cedrón. Significa "el lugar de la prensa". Está localizado en el Monte de los Olivos, muy cerca de la "Iglesia de todas las Naciones".
El Monte de los Olivos
La tradición señala que el Señor Jesús vio por primera vez la ciudad de Jerusalén desde esta montaña. El Monte de los Olivos fue escenario de muchas de las enseñanzas de Jesús a sus discípulos y seguidores, y desde aquí Él inició el camino de su entrada triunfal a Jerusalén que se conmemora cada Domingo de Ramos. También, y según los Hechos de los Apóstoles, Jesús ascendió al cielo desde esta montaña (Hechos 1, 6-12), mientras impartía su bendición a sus apóstoles.
Hacia el final del siglo XI, por lo menos 24 iglesias fueron construidas en esta montaña que se ha convertido en casa de miles de monjes y religiosas.
La Iglesia de Getsemaní, llamada la Iglesia de todas las Naciones, fue construida en 1924 en el lugar donde, desde siglo IV, tres templos marcan el lugar donde Jesús oró.
Debido a que está localizado en la ruta entre Jerusalén y Betania, el Monte de los Olivos es reconocido por los cristianos, desde la época del emperador romano Constantino, como un lugar idóneo para los hechos que se han descrito en los evangelios.