Adviento 2024: Oración familiar para encender la segunda vela de la Corona de Adviento

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INDICACIONES

La corona al inciar la oración debe tener la primera vela encendida. Se puede colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, si se quiere con una vela encendida a sus pies. De esta vela se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona.

TODOS:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR:

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS:

Que hizo el cielo y la tierra.

MONITOR:

El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oración, vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.

(Momento de silencio)

LECTOR:

Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:

"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios" (Lc 3, 1-6).

MONITOR:

Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida (los compromisos se hacen en silencio durante un momento de silencio).

Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):

TODOS CANTAN:

(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la segunda estrofa)*

HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.

  1. Un primer lucero se enciende

    anunciando al Rey que viene

    preparad corazones,

    allánense los senderos.

  2. Crecen nuestros anhelos al ver*

    la segunda llama nacer.

    Como dulce rocío vendrá

    el Mesías hecho Niño.

MONITOR:

Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.

LECTOR:

Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.

VEN SEÑOR JESÚS

Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.

VEN SEÑOR JESÚS

Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo".

VEN SEÑOR JESÚS

Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.

VEN SEÑOR JESÚS

Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador.

VEN SEÑOR JESÚS (se pueden añadir otras peticiones)

MONITOR:

Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).

TODOS CANTAN: 

LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.

1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel.

2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.

3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.

MONITOR: 

Madre de la Esperanza…

TODOS: 

Ruega por nosotros.

TODOS: 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.