Vivienda unifamiliar aislada construida en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, al norte de la ciudad. La Torre de Bellesguard fue proyectada por Gaudí en los terrenos donde el rey Martín el Humano había construido en el siglo XV una residencia de la que sólo se conservaban las ruinas. Los restos del palacio del monarca habían cambiado de propietario en buen número de ocasiones, hasta que en el año 1888 fueron adquiridas por el obispo de Astorga y gran amigo de Gaudí, Joan Baptista Grau. Al morir el religioso, la propiedad pasó a manos de Maria Sagués, que decidió construir una torre encomendada a Gaudí en el año 1900.
La Torre de Bellesguard es de volumen cúbico y planta cuadrada. Cuenta con cinco niveles de distinta categoría, como el semisótano, la planta baja, la planta principal o noble y dos desvanes, el segundo en calidad de buhardilla. A pesar de que el edificio está construido con ladrillo prácticamente en su totalidad, su exterior fue recubierto con piedra de pizarra del propio lugar. Este recurso externo le proporciona un aspecto medieval acentuado por la presencia de almenas y por la forma arquitectónica de las ventanas. Algunas de ellas son ajimeces, principalmente de forma alargada y rematadas con arcos de un gótico particular.
El edificio dispone de cuatro fachadas, entre las que destaca la principal, con la puerta de entrada a un lado, recubierta parcialmente por un almohadillado de piedras en relieve. En su parte superior son visibles dos desvanes, el primero de ellos con almenas en torno a un paso de ronda que evoca los castillos medievales. El segundo desván también está rematado por almenas, de tamaño más pequeño y rodea una pequeña azotea que constituye al mismo tiempo un magnífico mirador sobre la ciudad.
En el interior, de gran riqueza ambiental, se aplicaron originales soluciones constructivas y estructurales. Destaca la caja de escalera, auténtico eje conductor y distribuidor del edificio.La escalera une los distintos niveles del edificio en un sorprendente espacio realizado con ladrillos recubiertos de yeso pintado de blanco. El efecto arquitectónico y lumínico se ve incrementado por los motivos de los azulejos del arrimadero, así como por la coloración de un vitral en forma de estrella que sobresale hacia el exterior. En lo alto de la escalera se encuentra una esbelta torre angular rematada exteriormente con una afilada aguja coronada por la representación de la bandera catalana. Su acabado es de trencadís de vidrio y culmina con una cruz de cuatro brazos señalando los puntos cardinales. Desde la escalera también se puede acceder a los desvanes que presentan una interesante resolución arquitectónica para la cubierta, gracias a una estructura de arcos y tabiques de ladrillo que aligeran el peso de esta parte superior.
Este es el único sector del edificio con las paredes desprovistas de yeso blanqueado, característica que proporciona un efecto visual de gran interés.La Torre de Bellesguard está rodeada por jardines y una calle. Esta última es el resultado de una desviación efectuada en el antiguo camino que atravesaba la propiedad. La modificación del trazado de dicha vía fue efectuada por Gaudí entre 1903 y 1905, resultando un semiviaducto de ladrillos y piedras que evoca los pórticos contemporáneos del Parc Güell, conservándose todavía en buen estado.