Entre las religiones monoteístas (un solo Dios) está el Islam, fundada por Mahoma, que cree en un dios distinto al Dios del Judaísmo y del Cristianismo, y tampoco cree que Jesucristo es Dios, sino un profeta inferior a Mahoma.
Es cierto que en el Islam se adora a un único Dios, pero no a el único Dios del Cristianismo
El dios del Islam no es el Dios Amor del Cristianismo, origen de todo amor, que ama a los seres humanos independientemente de si le aman o no (1 Jn. 4, 9-10 y 16). Según el Corán, el dios del Islam ama condicionalmente: ama a quien lo ama y lo siga, y no ama a quien no lo ame. "En verdad Alá es enemigo de los incrédulos (II-92). Alá ama a los benefacientes"(II-191). "En verdad, Alá no ama a los infractores" (II-186).
El Dios Amor perdona a todo aquél que se arrepienta. El Dios del Islam esselectivo, pues escoge a quien perdonar: "¿Por ventura no sabes que Alá, suyo es el reino de los cielos y de la tierra, que castiga a quien quiere y perdona a quien quiere?" (V-44).
El Dios Amor del Cristianismo ama a todos y nos ordena amar a todos, pero el Dios del Islam es excluyente: "No toméis a los judíos y a los cristianos por amigos. Algunos de ellos son amigos de los otros, y quien de vosotros se amista con ellos, ciertamente es de ellos. En verdad, Alá no encamina al pueblo de los inicuos" (V-56).
ISLAM
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Temas
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CATOLICISMO
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no
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Cristo Dios
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sí
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sí
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alma inmortal
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sí
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no
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Santísima Trinidad
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sí
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no
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Sacerdocio
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sí
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no
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Eucaristía
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sí
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sí
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vida eterna
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sí
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sí
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oración
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sí
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sí
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monoteísmo
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sí
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vengativo
excluyente violento selectivo perdona sólo a algunos |
DIOS
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Amor
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profeta inferior a Mahoma
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CRISTO
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Dios
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reverenciada como
madre de un profeta |
SS VIRGEN MARIA
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Madre de Dios
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creados por Dios como demonios
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demonios y ángeles malos
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(CIC #391) creados por Dios como Angeles Buenos,
que se hicieron malos |
Aunque el Islam acepta la Biblia como revelación divina, el Corán está por encima de la Biblia. Lo interesante es observar de dónde proviene el Corán.
Según cuenta Mahoma, se encontraba él meditando en una cueva en las afueras de Mecca, en el año 610, y, según dice, se le presentó el "ángel Gabriel" con un mensaje para toda la humanidad, el cual le fue revelando a lo largo de 20 años.
Lo curioso es que le revela que Cristo no es Dios, que María -a quien el Angel Gabriel había anunciado 610 años antes que sería la "Madre de Dios" y de hecho lo es- es sólo madre de "un profeta".
Al Islam se le suele considerar como una de las tres grandes religiones monoteístas. Pero veamos lo que nos dice un conocido historiador católico del siglo XX, Hillaire Belloc. En su libro "Las Grandes Herejías", escrito en 1938, incluye al Islam como una herejía y lo descarta como religión.
En realidad se considera "herejía" la negación o duda de una verdad de la fe, hecha por un bautizado. Y Mahoma no era bautizado. Pero este autor insiste en que el Islam comenzó como una herejía y no como una nueva religión. "No era pagano en contraste con la Iglesia ... Fue una perversión de la doctrina Cristiana. Su vitalidad y su permanencia le dio pronto la apariencia de una nueva religión, pero los contemporáneos de su surgimiento lo vieron como lo que fue: no una negación, sino una adaptación y un mal uso de la cosa Cristiana".
"Se diferenció de la mayoría (no de todas) las herejías en que no surgió dentro de los límites de la Iglesia Cristiana", ya que Mahoma no era Católico. Nos habla este autor del origen pagano de Mahoma, pero nos hace ver que lo que enseñaba era tomado de las doctrina central Católica. Ciertamente, tomó algunas cosas del paganismo de donde provenía, pero lo que más enfatizaba era un conjunto de ideas muy propias del Catolicismo: la omnipotencia de Dios, la bondad, la eternidad, la providencia divina, su poder creador como origen y sustento de todas las cosas, etc. Sin embargo, eliminó la Santísima Trinidad al negar la Encarnación. También eliminó la Eucaristía y el Sacerdocio. Decía que la doctrina Católica era cierta, pero que se había desvirtuado por muchos anexos, incluyendo la idea que su fundador era Dios. (cfr. Hillaire Belloc, The Great Heresies, 1938)
Algunos sostienen que el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam tiene la misma raíz en Abraham, pues las tribus del desierto que Mahoma unificó y reunió alrededor de su nueva doctrina, eran descendientes de Abraham vía Ismael, hijo de la esclava Agar (cfr. Gn. 16, 10). Ciertamente, como raza, esas tribus son descendientes de Abraham, pero Mahoma rechazó y el Islam rechaza la tradición y las enseñanzas de Abraham y Moisés, que Judíos y Cristianos sí siguen.
De acuerdo al Corán, el Islam debe promoverse e implantarse por la fuerza, a través de la "jihad", que significa "lucha", la cual consiste en oponerse a "los infieles", "los incrédulos", "los inicuos", "los infractores", "los amigos de Satán", que son todos los que no aceptan el Islam. Así se lee en el Corán:
"Y combatid en la senda de Alá a los que os combaten a vosotros y no infrinjáis. En verdad Alá no ama a los infractores" (II-186).
Y matadlos dondequiera que los encontréis, y echadlos de donde ellos os echaron a vosotros" (II-187).
Y matadlos hasta que no haya discordia, y haya la ley de Alá; pero si se abstienen, entonces, no haya enemistad, sino con los inicuos" (II-189).
Los que creen combaten en la senda de Alá y los que no creen, combaten en la senda de Tagut. Combatid, pues, a los amigos de Satán" (IV-78).
Combate a los infieles y a los hipócritas, y ensáñate en ellos. Y su morada sera chehennam, y ¡qué mal paradero!" (IX-74).
De hecho, el Islam tuvo una difusión de grandísimas proporciones en cantidad de adeptos y en extensión de territorios. Nos dice Hillaire Belloc que por un momento pareció como si iba a conquistar y a degradar toda la cultura Cristiana. Pero nuestra civilización se salvó, a pesar de que la mitad del Mediterráneo se perdió.
La lucha entre el Islam y la Iglesia Católica continuó por un milenio (entre los años 700 y 1700). El encuentro definitivo fue la Batalla de Lepanto en 1571, entre las fuerzas cristianas muy inferiores a los ejércitos turcos otomanos. El Papa San Pío V atribuyó este triunfo a intercesión de la Santísima Virgen María, por lo que declaró la fecha del 7 de octubre como Nuestra Señora de la Victoria, celebración que fue posteriormente cambiada a la Fiesta del Rosario por el siguiente Papa, Gregorio XIII.
Al final de este período pareció que la cultura Cristiana prevaleció definitivamente, al menos por un tiempo, pues durante el siglo 18 y 19, el Islam pareció haber decaído. No podía alcanzar los descubrimientos en el área de la ciencia, de las comunicaciones, propias de la civilización occidental.