264. ¿Por qué la Iglesia nos da los preceptos?
La Iglesia, Madre y Maestra, nos da los preceptos para garantizar a los fieles el mínimo indispensable respecto al espíritu de oración y al compromiso moral y ascético. Nosotros debemos escucharla porque Jesús ha dicho a los Apóstoles y a sus sucesores: "Quien os escucha a vosotros me escucha a mí" (Lc 10, 16).
265. ¿Qué nos prescriben los preceptos de la Iglesia?
Los preceptos de la Iglesia nos prescriben la participación en la Misa los domingos y las fiestas de precepto, la confesión al menos una vez al año y la comunión en el período pascual, y finalmente, la abstinencia de carne todos los viernes y la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo.
266. ¿En qué consiste el ayuno prescrito por la Iglesia?
El ayuno prescrito por la Iglesia consiste en hacer una sola comida normal y reducir las otras dos comidas al mínimo indispensable. Esto obliga al que es mayor de edad y no ha cumplido todavía los 59 años (mientras el precepto de la abstinencia obliga a todo el que haya cumplido los 14 años).
267. ¿Es posible sustituir la abstinencia de carne con otra obra de penitencia?
En España esto está permitido fuera del tiempo de cuaresma.
268. ¿Los preceptos de la Iglesia obligan gravemente?
Por su naturaleza los preceptos de la Iglesia obligan gravemente, pero la transgresión del precepto de la abstinencia y del ayuno es grave sólo cuando es habitual y repetida.
269. ¿Qué obtiene el que observa fielmente los preceptos de la Iglesia?
Quien observa fielmente tales preceptos es compensado por un vivo sentimiento de amor hacia la Iglesia, su Madre, a la cual dedica gustosamente su tiempo y su compromiso, y hasta su vida a imitación de Cristo Señor (Ef 5, 25).