La ley divina se expresa en los mandamientos de Dios y en los preceptos de la Iglesia. Los mandamientos y los preceptos son la síntesis concreta de todo lo que el hombre debe hacer o evitar para adquirirla las virtudes, conquistar la verdadera libertad y alcanzar el Sumo Bien.
Dios ha dado su ley para que el hombre no se engañe sobre lo que es su verdadero bien. A menudo sucede que las personas no quieren entender para no tener que hacer el bien, es decir, encuentran muchos argumentos para justificarse, y hacer aquello que es más fácil y cómodo en vez de lo que es justo.
Cada mandamiento o precepto contiene una parte positiva (las "ordenes" que se deben cumplir) para realizar el bien, y una parte negativa (las "prohibiciones" que se deben observar) para evitar el mal.
Los mandamientos se pueden comparar con la "receta del médico". El médico en su prescripción compendia su ciencia: manda lo que debemos hacer e indica lo que debemos evitar para adquirir y mantener la salud y el bienestar físico. Así, Dios con los mandamientos prescribe lo que debe ser cumplido y prohíbe lo que debe ser evitado para que alcancemos y conservemos nuestra salud y belleza interior, conformes a la dignidad humana y a nuestra adopción de hijos suyos.
Jesucristo, que es "el camino, la verdad y la vida", es el maestro que nos enseña cómo deben ser observados de modo perfecto los mandamientos y los preceptos.
139. ¿Qué es la ley de Dios?
Es el camino que Dios nos indica para conducirnos a la plena realización de nosotros mismos, y a la consecución del fin de nuestra vida que es la felicidad eterna.
140. ¿Cómo se divide la ley de Dios?
La ley de Dios se divide en ley natural y ley revelada.
141. ¿Qué es la ley natural?
Es aquella ley en el corazón de todo hombre que nos manda ante todo hacer el bien y evitar el mal. Ella ordena, pues, obrar siempre según la razón para alcanzar los bienes fundamentales del hombre, o sea, la conservación de la propia existencia, la procreación y la educación de los hijos, la búsqueda de la verdad, sobre todo la verdad de Dios y la construcción de una sociedad humana basada en la justicia.
142. ¿Qué es la ley revelada?
Es la ley promulgada por Dios en el Antiguo y en el Nuevo testamento.
143. ¿Qué añade la ley revelada a la ley natural?
Añade esencialmente los dos preceptos de la caridad enseñados por Jesús:
- Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
- Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
144. ¿Dónde está sintetizada toda la ley divina, tanto la natural como la revelada?
La ley de Dios está sintetizada en los diez mandamiento. A ellos se añadieron después los preceptos de la Iglesia.
145. ¿Cuáles son los diez mandamientos?
Los diez mandamientos son:
Yo soy el Señor Dios tuyo:
- No tendrás otro Dios fuera de mí.
- No tomarás el nombre de Dios en vano.
- Acuérdate de santificar las fiestas.
- Honra a tu padre y a tu madre.
- No matarás.
- No cometerás actos impuros.
- No robarás.
- No darás falsos testimonios.
- No desearás la mujer (o el marido) de tu prójimo.
- No codiciarás los bienes ajenos.
146. ¿Qué prescriben los preceptos de la Iglesia?
Los preceptos de la Iglesia prescriben: la participación en la Eucaristía el domingo y las otras fiestas de precepto; la confesión de los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte, y si se ha de comulgar; la práctica penitencial del viernes y el ayuno en los días prescritos el miércoles de ceniza y el viernes santo). Además nos recuerdan que debemos salir al encuentro de las necesidades materiales de la Iglesia según nuestras posibilidades.
147. ¿Qué debemos considerar en todo mandamiento o precepto?
En todo mandamiento o precepto debemos considerar la parte positiva, que nos indica lo que debemos hacer, y la parte negativa, que nos indica lo que debemos evitar.
El primer mandamiento
148. ¿Qué nos ordena el primer mandamiento?
El primer mandamiento - "No tendrás otro Dios fuera de mí" - nos ordena ejercitar las tres virtudes teologales, es decir, la fe, la esperanza y la caridad, y en particular la virtud de la religión.
149. ¿Qué nos ordena el primer mandamiento de acuerdo a la fe?
El primer mandamiento, respecto de la fe, nos ordena profesarla interna y externamente, y alimentarla y guardarla con prudencia y vigilancia, rechazando todo lo que es contrario.
150. ¿Qué nos prohíbe el primer mandamiento respecto de la fe?
El primer mandamiento, respecto de la fe, nos prohíbe la incredulidad (el descuido o el rechazo voluntario), la herejía (la negación obstinada de cualquier verdad revelada), la apostasí (el repudio total de la fe cristiana) y el cisma (el rechazo de la sumisión al Romano Pontífice).
151. ¿Qué nos ordena el primer mandamiento respecto de la esperanza?
El primer mandamiento, respecto de la esperanza, nos ordena custodiarla y alimentarla reavivando la confianza en las promesas de Dios y en los méritos de Jesús Salvador.
152. ¿Qué nos prohíbe el primer mandamiento respecto a la esperanza?
El primer mandamiento, respecto de la esperanza, nos prohíbe la desesperación de la salvación y la presunción de salvarnos sin merecerlo.
153. ¿Qué nos ordena el primer mandamiento respecto a la caridad?
El primer mandamiento, respecto a la caridad, nos ordena amar a Dios sobre todas las cosas creciendo siempre más en este amor, y amar al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.
154. ¿Qué nos prohíbe el primer mandamiento respecto a la caridad?
El primer mandamiento, respecto a la caridad, nos prohíbe la indiferencia, la ingratitud, la frialdad voluntaria, la indolencia (la pereza espiritual), el odio contra Dios y contra el prójimo.
155. ¿Qué es la virtud de la religión?
Es la virtud, relacionada con la justicia, que nos hace dar a Dios el culto debido. Es, en efecto, de justicia que el hombre debe tener a Dios como su bien supremo: debe adorarlo y acoger su amor, sometiéndose a su voluntad y dirigiéndose a él con confianza filial.
156. ¿Cuál es el acto principal de la virtud de la religión?
El acto principal de la virtud de la religión es la adoración, mediante el cual reconocemos la "nada" de la criatura frente a la infinita grandeza de Dios.
157. ¿Cuáles son los otros actos de la virtud de la religión?
Los otros actos de la virtud de la religión son la oración, el sacrificio, los votos y las promesas.
158. ¿Qué es la oración?
La oración es una elevación del alma a Dios, o la petición a Dios de cualquier bien. Es una condición indispensable para obtener la fuerza de obedecer a los mandamientos de Dios.
159. ¿Rezar significa sólo pedir algo a Dios?
Además de la oración de petición y de intersección, existe también la oración de alabanza, de acción de gracias o también de simple contemplación de la grandeza y de la belleza de Dios.
160. ¿Cuáles son las principales formas de oración?
Está la oración vocal, aquella que se expresa con palabras; pero está también la oración mental, que consiste en elevar el propio pensamiento y el propio afecto a Dios. Es la llamada "meditación", tan recomendada por los directores espirituales, y que es absolutamente indispensable para quien quiera vivir en profundidad su vida cristiana y progresar espiritualmente.
161. ¿No es una oración suficiente la de ofrecer a Dios lo que hacemos durante el día?
Esto es una cosa óptima, pero por sí solo no es suficiente, y estrictamente hablando no es oración. Es indispensable dedicar un poco de nuestro tiempo sólo a Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús, que se retiraba a menudo a lugares solitarios para orar. Un buen cristiano jamás descuida, por ejemplo, las oraciones de la mañana y de la noche.
162. ¿Qué es el sacrificio?
El sacrificio es la inmolación de algo a Dios. El único sacrificio verdaderamente perfecto es el que Jesús ha ofrecido al Padre sobre la Cruz, y que ha quedado presente en la Santa Misa. Participando en la Eucaristía, nosotros participamos en el sacrificio de Jesús, y somos invitados a unir al suyo los pequeños o grandes sacrificios de nuestra vida cotidiana.
163. ¿Qué es el voto?
El voto es la promesa hecha a Dios de un bien adecuado y posible. Es un acto de devoción que rinde culto a Dios. Puede ser hecho también para obtener alguna gracia de Dios.
164. ¿Es posible obtener la dispensa de un voto?
El voto puede ser dispensado por la autoridad competente, que para los votos privados emitidos por los simples fieles puede ser también el párroco.
165. ¿Hay votos que tienen una importancia particular?
La Iglesia reconoce un valor ejemplar en los votos públicos de castidad, pobreza y obediencia, que caracterizan la vida religiosa.
166. ¿De dónde nace su importancia?
Del hecho de que con estos votos el cristiano se desprende de los bienes terrenos y corporales, y también de sí mismo, para consagrarse totalmente a Dios amado sobre todas las cosas, convirtiéndose así, no sólo en el primero, sino en el único bien.
167. ¿En qué se inspira la vida religiosa?
La vida religiosa imita el estilo de vida de Jesús, que no formó una familia propia, sino que vivió una vida pobre y austera en total obediencia al Padre. En este sentido la vida religiosa constituye una manifestación particularísima de la santidad de la Iglesia.
168. ¿Cuáles son los pecados contrarios a la virtud de la religión prohibidos por el primer mandamiento?
El primer mandamiento prohíbe la superstición (atribución de algún poder milagroso a cosas o acciones que no lo tienen), la idolatría (adoración de cualquier realidad creada), la adivinación (indebida búsqueda de realidades ocultas), la magia (explotación de poderes ocultos), la brujería y el espiritismo. Además prohíbe los pecados de irreligión, como el tentar a Dios (desafiar a Dios), el sacrilegio (profanación de cosas sagradas) y la simonía (compraventa de bienes sagrados).
169. ¿Están prohibidas, por lo tanto, todas las formas de adivinación o de magia hoy tan difundidas?
Todas las formas de adivinación o de magia, como el recurso a Satanás o a los demonios, la evocación de los muertos u otras prácticas similares, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. El primer mandamiento prohíbe en particular también la fe en los horóscopos, la astrología, la quiromancia, la cartomancia, la interpretación de los presagios y del destino, los fenómenos de videncia, el recurso a los médiums y las prácticas espiritistas de cualquier tipo.
170. ¿Por qué todas estas prácticas son pecado?
Porque se niega a Dios su amor de Padre que provee directamente a sus hijos, y a cada uno personalmente. Además en esas prácticas se esconde siempre un recurso a poderes mágicos que se oponen a la voluntad de Dios, y a menudo se recurre explícita o implícitamente al demonio.
171. ¿El primer mandamiento prohíbe también el culto a las imágenes?
El culto cristiano a las imágenes no es contrario a el primer mandamiento, porque el honor que se rinde a una imagen pertenece a quien es representado.
172. ¿El ateísmo es un grave pecado?
Por el hecho de que se rechaza la fe en Dios, el ateísmo es un grave pecado contra la virtud de la religión. La responsabilidad de esta culpa puede, no obstante, ser atenuada por las intenciones o por las circunstancias.
173. ¿Qué es el agnosticismo?
El agnosticismo es la postura de quien no se pronuncia sobre la existencia de Dios, declarando que sería imposible probarla, de la misma manera que es imposible negarla. A menudo el agnosticismo equivale a un ateísmo práctico. En todo caso esta en oposición con la virtud de la religión.
174. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el primer mandamiento?
Quien observa fielmente el primer mandamiento obtiene la seguridad de una fe sincera, el consuelo de la esperanza, la alegría de la caridad, el gusto de la oración y del culto divino.
El segundo mandamiento
175. ¿Qué nos ordena el segundo mandamiento?
El segundo mandamiento - "No tomarás el nombre de Dios en vano" - nos manda respetar el nombre del Señor, de testimoniarlo profesando nuestra fe sin ceder al miedo, y de cumplir los juramentos y las promesas hechas a los otros en el nombre de Dios.
176. ¿Qué nos prohíbe el segundo mandamiento?
El segundo mandamiento nos prohíbe ante todo la blasfemia, que es objetivamente un pecado gravísimo. Nos prohíbe además pronunciar el santo nombre de Dios, como el de Jesucristo, de la Bienaventurada Virgen y de los Santos, con ira, con desprecio o de otro modo irreverente.
177. ¿Hay diferencia entre la blasfemia y la imprecación?
Hay diferencia porque la blasfemia esta dirigida contra Dios, mientras la imprecación puede ser dirigida también contra el prójimo o hacia los acontecimientos contra los que se rebela.
178. ¿Qué es el juramento?
El juramento es aquel acto con que se pone a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o se promete. Con él se invoca la veracidad divina como testimonio de la propia verdad.
179. ¿Qué prohíbe el segundo mandamiento respecto al juramento?
El segundo mandamiento prohíbe el perjurio o juramento falso, y también los juramentos ilícitos, aquellos con los que nos comprometemos a cumplir el mal.
180. ¿Estamos obligados a mantener los juramentos con los cuales nos comprometemos a hacer cosas injustas o ilícitas?
No sólo no estamos obligados, sino que cometeremos un pecado ejecutando aquellas acciones malas, a las culpablemente nos hemos comprometido de esa manera.
181. ¿Está bien recurrir a menudo al juramento?
No esta bien recurrir a menudo al juramento, sino que está reservado para casos de verdadera necesidad.
182. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el segundo mandamiento?
Quien observa fielmente el segundo mandamiento obtiene una familiar confianza con Dios, con la Bienaventurada Virgen María y con los Santos, su especial protección y una alabanza espontánea y gozosa de la grandeza y de la omnipotencia divina.
El tercer mandamiento
183. ¿Qué nos ordena el tercer mandamiento?
El tercer mandamiento - "Acuérdate de santificar las fiestas" - nos ordena honrar a Dios con obras de culto en los días festivos de precepto.
184. ¿Cuál es la fiesta fundamental para los cristianos?
La fiesta fundamental y primordial para los cristianos es la Pascua de Resurrección, cuya celebración se revive cada semana en el día del Señor, el domingo.
185. ¿Cuáles son los otros días festivos de precepto además del domingo?
Además del domingo celebramos actualmente en toda España como días festivos de precepto las solemnidades de la Santísima Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía (6 de enero), San José (19 de marzo), Santiago Apóstol (25 de junio), la Asunción (15 de agosto), Todos los Santos (1 de noviembre), la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), y la Navidad (25 de diciembre). Algunas comunidades autónomas tienen además otras fiestas de precepto.
186. ¿Qué actos de culto están prescritos para el domingo y las otras fiestas de precepto?
La Iglesia ha especificado el tercer mandamiento con l precepto de la participación en la celebración de la Eucaristía. Satisface tal precepto quien asiste a la Santa misa, dondequiera que se celebre el rito católico, en el mismo día de la fiesta o en la tarde del día precedente.
187.¿Es grave la obligación de participar en la celebración de la eucaristía los días festivos?
La Santa Misa en días festivos funda y confirma todo comportamiento cristiano, por lo cual aquellos que deliberadamente y sin un real impedimento no observan esta obligación cometen pecado mortal.
188.¿Se puede sustituir la Misa en días festivos con otra practica o con una Misa en otros días?
Esto no es posible: tanto porque la Eucaristía es el único acto de culto verdaderamente digno de Dios , como porque estaría abiertamente contra el mandamiento que ordena santificar la fiesta . Es especialmente en el domingo, memorial de la Pascua, cuando los fieles se sienten y son comunidad, Pueblo de Dios e Iglesia, unidos por el Espíritu de Cristo muerto y resucitado.
189. ¿Qué nos prohíbe el tercer mandamiento?
El tercer mandamiento nos prohíbe el trabajo en días de fiesta. Por lo tanto, en los días de precepto los fieles deben abstenerse de aquellos trabajos o de aquellas actividades que impiden el culto debido a Dios, La alegría propia del día del Señor, la practica de las obras de misericordia y la necesaria distinción de la mente y del cuerpo. Se debe también evitar, por consiguiente, el imponer a otros sin necesidad lo que les impediría respetar el día del Señor.
190. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el tercer mandamiento?
Quien observa fielmente el tercer mandamiento se siente parte viva de la gran familia de Dios, que tiene a Cristo como cabeza, goza de la presencia de los hermanos en la fe y se siente participe del reposo de Dios (que el séptimo día descanso), viviendo casi un anticipo del paraíso.
El cuarto mandamiento
191. ¿ Qué nos ordena el cuarto mandamiento?
El cuarto mandamiento "Honra a tu padre y a tu madre" nos ordena respetar, después de Dios, a nuestros padres, y también a todos aquellos que Dios, para nuestro bien, ha revestido de una cierta autoridad.
192. ¿ A quiénes se dirige el cuarto mandamiento?
El cuarto mandamiento se dirige ante todo a los hijos, pero implícitamente concierne a cualquiera que esta bajo toda legitima autoridad. Además incluye y sobreentiende los deberes de los padres, tutores, docentes, jefes, magistrados, gobernantes y de todos aquellos que ejercen una autoridad sobre otros o sobre una comunidad de personas.
193. ¿ Cuáles son los deberes de los hijos hacia los padres?
Los hijos deben ejercitar respecto a los padres la virtud de la piedad filial, que comparta el respeto, el reconocimiento, la obediencia y la ayuda a las necesidades, sobre todo durante la vejez.
194. ¿ Cuáles son los deberes de los padres hacia los hijos?
Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos en la fe, en la oración y en todas las virtudes. Ellos tienen el deber de proveer en la medida de lo posible, a las necesidades materiales y espirituales de sus hijos.
195. ¿Qué es la familia?
La familia es la sociedad natural en la cual el hombre y la mujer son llamados al don reciproco de sí mismos en el amor abierto a la vida. Ella es la célula originaria de la vida social.
196. ¿Dónde podemos encontrar un ejemplo de las virtudes familiares y domésticas?
El ejemplo más bellos de las virtudes familiares y domésticas lo encontramos en la Sagrada Familia de Nazaret, donde Jesús vivió sometido a María Santísima y a San José hasta que inició su misión pública anunciando el Reino de Dios.
197. ¿Qué es la sociedad civil?
La sociedad civil es la unión de muchas familias reunidas bajo una única autoridad, con el fin de conseguir con la ayuda recíproca el propio perfeccionamiento y el bien de toda la comunidad.
198. ¿Cuáles son los deberes de la autoridad civil respecto a la familia?
La autoridad debe respetar la familia como sociedad natural que precede a la constitución misma del estado, por lo cual debe tutearla y asegurar el ejercicio de sus derechos fundamentales.
199. ¿Existe la obligación por parte de los ciudadanos de respetar a su vez a la autoridad civil?
Todos aquellos que están sometidos a la autoridad civil deben respetarla y obedecer las leyes que ella promulga. Pero en el caso de que tal autoridad prescribiese algo contrario al orden moral o a la enseñanza del Evangelio, el ciudadano no debe obedecer.
200. ¿Existe algún otro deber hacia la comunidad civil, además del respeto a su autoridad y a sus leyes?
Los ciudadanos deben actuar de tal manera que la sociedad civil sea virtuosa , pacífica, ordenada y próspera, y esto por el bien de todos. Deben, por ejemplo, pagar los impuestos prescritos. Si objetivamente los considerasen injustos, se comprometan a pagar un poco más de cuanto en conciencia crean justo, y además sean generosos con las instituciones caritativas.
201. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el cuarto mandamiento?
Quien observa fielmente el cuarto mandamiento goza de una particular bendición del Señor, que garantiza la concordia familiar y un amor afectuoso y satisfactorio. Posee además el valor del gozo y de la serenidad interior, que nacen de la conciencia de colaborar activamente en la construcción del bien común, que es el bien terreno "más grande y más divino" (Santo Tomás de Aquino).
El quinto mandamiento
202. ¿Qué nos ordena el quinto mandamiento?
El quinto mandamiento - "No matarás" - nos ordena respetar toda la vida humana inocente, desde el momento de la concepción hasta el de la muerte.
203. ¿Por qué debemos respetar la vida humana?
Porque toda persona humana ha sido querida por sí misma a imagen y semejanza del Dios viviente y santo y, dotada de un alma espiritual e inmortal, es llamada a participar en la eternidad de la misma vida de Dios.
204. ¿Qué nos prohíbe el quinto mandamiento?
El quinto mandamiento nos prohíbe matar, herir o golpear al prójimo; dañar de cualquier otro modo su vida corporal o espiritual, y también ofenderlos con palabras injuriosas o desearle el mal. Prohíbe también dañar nuestra propia vida, y sobre todo suprimirla con el suicido.
205. ¿Hay cosas en los cuales es lícito matar?
Los casos lícito están limitados a la legitima defensa, personal o también del bien común de la sociedad civil, supuesto, sin embargo, que no haya ningún otro modo de obtener el resultado deseado.
206. ¿Jamás es lícito el aborto?
El aborto directo, que es la eliminación de una vida humana inocente, es en sí mismo un abominable delito. La Iglesia condena con la excomunión este gravísimo pecado.
207. ¿Es necesario respetar también los embriones humanos?
Dado que debe ser tratado como persona desde el instante de la concepción, el embrión debe ser defendido en su integridad, cuidado y curado como todo ser humano. No debe olvidarse jamás que todo ser humano tiene derecho a nacer en una familia "normal", y a tener un padre y una madre naturales.
208. ¿Es lícita la diagnosis prenatal?
La diagnosis prenatal es lícita si respeta la vida concebida y está a su salvaguardia. Es, por el contrario, ilícita si contempla la eventualidad de provocar un aborto: una diagnosis no debe jamás equivaler a una sentencia de muerte.
209. ¿Es lícita la eutanasia?
La eutanasia, es decir, todo comportamiento que tenga como fin a la vida de personas discapacitadas, ancianas, enfermas o en estado terminal, constituye un homicidio, y por lo tanto es siempre gravemente ilícita. Quien lapide para sí mismo es culpable de suicidio.
210. ¿Qué es el escándalo?
El escándalo es una actitud o comportamiento que induce a otros a hacer el mal. Puede ser un pecado particularmente grave, porque atenta contra la vida de la gracia del prójimo, poniendo en peligro su salvación eterna.
211. ¿Qué debe hacer el que ha dañado al prójimo en el cuerpo o en el alma?
Quien ha dañado al prójimo en el cuerpo o en el alma no basta que se confiese, sino que debe reparar el mal ocasionado resarciendo los daños, retractando los errores enseñados y dando buen ejemplo. Todo esto es requerido por la virtud de la justicia.
212. ¿El quinto mandamiento se relaciona también con la virtud de la templanza?
Ciertamente, en cuanto prescribe la justa medida en el cuidado del cuerpo, y prohíbe, por ejemplo, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y sobre todo de la droga. Todo esto es requerido por la virtud de la templanza.
213. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el quinto mandamiento?
Obtiene la amistad, que es el premio delos buenos. El don de la amistad favorece una gran felicidad, porque en la prosperidad no molesta y en la adversidad no abandona. Con la amistad sobreviene también la alegría de vivir y de obrar por el bien.
Además ve instintivamente en el prójimo a Jesús mismo, el cual ha dicho: "Cada vez que lo hicisteis (o no lo hicisteis) con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis (o no lo hicisteis)" (Mt 25, 40-45). Por tanto, respeta al prójimo en su identidad cultural, religiosa y social, y ayuda según tus posibilidades en las necesidades espirituales y materiales de los otros con generosidad desinteresada.
El sexto mandamiento
214. ¿Qué nos ordena el sexto mandamiento?
El sexto mandamiento - "No cometerás actos impuros" - nos prescribe la practica de la virtud de la castidad según los diversos estados de vida.
215. ¿Qué es la castidad?
La castidad es aquella parte de la virtud de la templanza que regula el uso de la sexualidad según el dictamen de la recta razón.
216. ¿Qué dice la recta razón respecto al uso de la sexualidad?
La recta razón nos dice que la sexualidad tiene dos finales indisolubles: el amor recíproco y la procreación. Por eso no deberá existir relación sexual sin apertura a la procreación, ni procreación sin una relación sexual. Así la sexualidad podrá ser realizada lícitamente sólo en el matrimonio legítimo, y además en tal matrimonio la satisfacción sexual completa podrá ser buscada sólo en la relación conyugal de forma natural y abierta a la vida. En esta norma está resumida toda la moral sexual.
217. ¿Cuál es el fundamento de esta norma?
Esta norma se fundamenta en la naturaleza misma de la sexualidad, que tiene como finalidad unir al hombre y a la mujer en una relación de amor indisoluble (matrimonio) que por su naturaleza es fecundo y abierto al don de la vida. La sexualidad tiene en sí misma algo de sagrado por la intrínseca unión que el hombre no puede romper por su iniciativa.
218. ¿Qué prohíbe, por consiguiente, el sexto mandamiento?
El sexto mandamiento prohíbe a toda clase de personas cualquier uso deliberado de la sexualidad fuera de la norma de la que hemos hablado. Ésta prohíbe , por tanto, la búsqueda en solitario del placer sexual, la fornicación (unión entre el hombre y la mujer fuera del matrimonio), el adulterio (relación de una persona casada con otra que no es el propio cónyuge), la homosexualidad (relaciones sexuales entre personas del mismo sexo), la bestialidad (relaciones con animales) y otras posibles depravaciones sexuales. Naturalmente, están prohibidas también otras faltas más particulares, como por ejemplo, la prostitución y la violación.
219. ¿Es, por tanto, ilícita toda forma de contracepción, si el acto sexual entre cónyuges debe estar abierto a la vida?
Todo comportamiento que, o en previsión del acto conyugal, o en su ejecución, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales se proponga, como fin o como medio, impedir la procreación, es siempre ilícito.
220. ¿Puede ser lícita la continencia periódica en el matrimonio, esto es, el limitar las relaciones conyugales sólo a los períodos no fecundos?
Si se practica por serios motivos, la continencia periódica es lícita, porque no compromete la naturaleza intrínseca del acto conyugal.
221. ¿Existen otras ofensas a la dignidad del matrimonio, además de la ya vistas?
Además del adulterio, son gravemente lesivas a la dignidad del matrimonio el divorcio, la poligamia, el incesto y las uniones libres.
222. ¿En qué situación se encuentran los divorciados casados de nuevo?
Los divorciados casados de nuevo, a diferencia de los que no se han vuelto a casar y que viven en la continencia, se encuentran en una situación objetiva de pecado, en la que libremente quieren permanecer. Por lo tanto, no pueden recibir la absolución y acercarse a la comunión eucarística por la ausencia del arrepentimiento y del propósito de enmienda.
223. ¿Las faltas contra la castidad son siempre graves?
La Iglesia enseña que el orden humano de la sexualidad afecta a valores tan altos que toda violación directa de este orden es objetivamente grave.
224. ¿Hay alguna otra virtud relacionada con la castidad?
Estrictamente relacionada con la castidad, casi para su salvaguarda, está la virtud de la modestia, que regula aquellos actos que pueden fácilmente causar una satisfacción o un placer de naturaleza sexual, como las miradas, los tocamientos, los besos y los abrazos.
225. ¿Tales actos son siempre pecaminosos?
Fuera del matrimonio tales actos pueden ser más o menos pecaminosos según las intenciones de quien los realiza, de su influjo sobre el placer sexual y del peligro más o menos grande de consentir en tal satisfacción o placer.
226. ¿Es, por tanto, importante guardar el sentido del pudor?
El pudor protege la intimidad. Regula las miradas, las acciones y los gestos en conformidad con la dignidad de la persona. Inspira la elección del vestuario y resiste, si es necesario, a eventuales solitaciones de la moda. Enseñar el pudor a los niños y a los adolescentes es suscitar en ellos el respeto de la persona humana.
227. ¿Cuál es la forma más noble de la virtud de la castidad?
La castidad embellece y eleva cualquier estado de vida, tanto el juvenil como el matrimonial y el de la viudez, pero su forma más elevada está, constituida por la virginidad elegida por el Reino de los cielos, es decir, para seguir a Jesús más de cerca. La virginidad consagrada por un voto es, pues, un elemento fundamental y caracterizante del estado religioso.
228. ¿Qué nos enseña, en conclusión, el sexto mandamiento?
El sexto mandamiento nos enseña el respeto del cuerpo, propio y ajeno, sede de un alma espiritual e inmortal destinada a ser templo vivo del espíritu Santo. Nos enseña además la ascesis, la renuncia, el espíritu de sacrificio para vencer nuestro egoísmo y poder amar a Dios, a nosotros mismos y al prójimo sin reservas y con todas nuestras fuerzas.
229. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el sexto mandamiento?
Quien observa fielmente el sexto mandamiento mantiene intacta su belleza y su fuerza interior, haciéndose capaz de un amor y de una donación total, sin esclavitud y sin segundas intenciones. Así el hombre y la mujer se encuentran en el matrimonio para caminar juntos gozosamente sobre la vía de la perfección cristiana, amándose fielmente y ayudándose "como compañeros de viaje" (A. Manzoni). Quien ha elegido, por el contrario, el camino de la virginidad vive en plenitud de la libertad de los hijos de Dios, casi anticipando la condición bienaventurada de los resultados (Lc 20, 35).
El séptimo mandamiento
230. ¿Qué nos ordena el séptimo mandamiento?
El séptimo mandamiento - "No robarás" - prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes materiales y de los frutos del trabajo humano. Exige, en vistas del bien común, el respeto del destino universal de los bienes y del derecho de propiedad privada.
231. ¿Cuál es la relación entre el destino universal de los bienes y la propiedad privada?
El derecho de la propiedad privada, adquirida con el trabajo, o recibida en herencia o bien como don, no elimina la originaria donación de la tierra al conjunto de la humanidad, por lo cual el destino universal de los bienes permanece como propietario, aunque la promoción del bien común exige el respeto de la propiedad privada, del derecho a la misma y de su ejercicio.
232. ¿Qué virtudes están relacionadas con el séptimo mandamiento?
Con el séptimo mandamiento se relaciona en primer lugar la virtud de la justicia, la cual hace que sean respetados los derechos del prójimo y se le dé lo que es debido, y en segundo lugar la virtud de la solidaridad social.
233. ¿Qué nos prohíbe el séptimo mandamiento?
El séptimo mandamiento nos prohíbe el hurto y toda forma de sustraer y conservar injustamente los bienes del prójimo o de la colectividad, como retener deliberadamente cosas dejadas en préstamo u objetos perdidos, cometer fraudes en el comercio, pagar salarios injustos, elevar los precios especulando con la ignorancia o con la necesidad ajena, no cumplir el propio deber durante las horas de trabajo o sustraerse indebidamente o con engaño a las propias tareas.
234. ¿Tales faltas son siempre graves?
Son graves cuando el daño ocasionado al prójimo es importante.
235. ¿Qué debe hacer el que es culpable de tales faltas?
Quien ha perjudicado de cualquier manera al prójimo en sus bienes no basta que se arrepienta y se confiese; debe también resarcir lo indebidamente apropiado y reparar los daños causados.
236. ¿El séptimo mandamiento considera también los bienes de la naturaleza?
El dominio otorgado por Dios al hombre sobre los recursos minerales, vegetales y animales del universo no puede estar separado del respeto delas obligaciones morales, comprendidas aquéllas que miran a las generaciones futuras.
237. ¿Por qué la Iglesia se interesa también por cuestiones económicas y sociales?
La Iglesia puede y debe dar un juicio en materia económica y social cuando están en juego los derechos fundamentales de la persona y la salvación de las almas. Ella se interesa por el bien común temporal de los hombres en cuanto que está ordenado al Bien supremo que es Dios.
238. ¿En nuestras relaciones sociales es suficiente observar la virtud de la justicia?
La virtud de la justicia es absolutamente necesaria, pero no es suficiente. Además de ella es necesario ejercitar, según las propias posibilidades y las necesidades del prójimo, también la caridad y las obras de misericordia espirituales y corporales.
239. ¿Cuáles son las principales obras de misericordia?
Las principales obras de misericordia espirituales son: instruir a los ignorantes, amonestar a los pecadores, aconsejar a los dubitativos, consolar y confortar a los afligidos, perdonar las ofensas y soportas con paciencia a las personas molestas.
Las principales obras de misericordia corporales son: alimentar a los hambrientos y dar de beber a los sedientos, hospedar a los sin techo, vestir a quien lo necesita, visitar a los enfermos y encarcelados, sepultar a los muertos.
Jesús considerara hecho a Él mismo lo que hayamos hecho al más pequeño de nuestros hermanos.
240. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el séptimo mandamiento?
Obtiene la libertad interior respecto a los bienes materiales. No experimenta, por tanto, la sumisión que embrutece, sino la liberalidad que enaltece, experimentando que "hay más alegría en el dar que en el recibir" (Hch 20, 35). Así el hombre generoso, dispensador de dones, se asemeja más a su Señor, que sin pedir nada a cambio viste a los lirios del campo, alimenta a los pájaros del cielo y hace salir el sol para la felicidad de todas las criaturas.
El octavo mandamiento
241. ¿Qué nos ordena el octavo mandamiento?
El octavo mandamiento - "No darás falsos testimonio" - nos prescribe la verdad, o sinceridad, esto es, aquella virtud que consiste en mostrarse veraces en las acciones y en las palabras, huyendo de la doblez, de la simulación y de la hipocresía.
242. ¿Hay alguna otra obligación que nos atañe en cuanto cristianos?
En cuanto cristianos debemos dar testimonio del Evangelio con los actos y con las palabras.
243. ¿Cuál es el supremo testimonio que podemos dar de nuestra fe?
El testimonio supremo dado por la verdad de la fe es el martirio, que es también el acto supremo de la virtud de la fortaleza.
244. ¿Qué nos prohíbe el octavo mandamiento?
El octavo mandamiento nos prohíbe la mentira, la maledicencia y la calumnia, los juicios y las sospechas temerarias (o infundadas).
245. ¿Qué es la mentira?
La mentira consiste en decir lo que es falso con la intención de engañar. Es por su naturaleza siempre ilícita, aunque normalmente es grave sólo cuando lesiona de forma considerable la justicia o la caridad.
246. ¿Debemos decir siempre toda la verdad?
No es siempre necesario, es más, alguna vez es culpable el decir toda la verdad, por ejemplo en el caso en que estamos obligados al secreto. Pero una cosa es el no decir una verdad y otra al decir una falsedad.
247. ¿Qué son la maledicencia y la calumnia?
La maledicencia, o difamación, consiste en hacer pública sin un motivo válido las faltas verdaderas, pero no conocidas, del prójimo; la calumnia, por el contrario, consiste en referir noticias falsas lesivas de su buen nombre.
248. ¿La maledicencia y la calumnia son pecados graves?
La calumnia es ciertamente más grave que la simple maledicencia. De todos modos, tanto en un caso como en el otro, la gravedad debe ser medida por la entidad del daño acarreado al buen nombre del prójimo, teniendo presente que el buen nombre es más importante incluso que los bienes materiales.
249. ¿Qué debe hacer el que ha cometido tales pecados?
Como en todos los pecados contrarios a la justicia, quien ha difamado o calumniado no basta que se arrepienta y se confiese, sino que debe reparar los daños acarreados al buen nombre del prójimo.
250. ¿Qué son las sospechas y los juicios temerarios?
Se tiene respectivamente la sospecha o el juicio temerario cuando sin un motivo razonable se sospecha o se juzga que el prójimo haya cometido cualquier culpa moral.
251. ¿Las sospechas o los juicios temerarios son pecados graves?
Se comete pecado grave sólo cuando se atribuye al prójimo con certeza y sin fundamento una grave falta.
252. ¿Cuáles son los deberes de la autoridad civil respecto a este mandamiento?
La autoridad civil debe garantizar una pública información fundada sobre la verdad, sobre la libertad y sobre la justicia, y proveer que a través del uso de los medios de comunicación social no se deriven daños para la moralidad pública o lesiones en los derechos personales de los ciudadanos.
253. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el octavo mandamiento?
Quien observa fielmente el octavo mandamiento toma posesión del papel que le compete como criatura dotada de un alma espiritual. Pues de la misma manera que Dios gobierna la creación no sometiéndola, sino atrayéndola con su esplendor, así el hombre veraz participa del privilegio de conducirse a sí mismo y a los demás no con el sometimiento, sino con la luz y la fuerza que dimana de la verdad.
El noveno mandamiento
254. ¿Qué nos ordena el novenos mandamiento?
El noveno mandamiento - "No desearás la mujer (o el marido) de tu prójimo" - nos ordena ser castos y puros también interiormente, es decir, en la mente y en el corazón.
255. ¿Qué nos prohíbe el noveno mandamiento?
El noveno mandamiento prohíbe expresamente todo deseo contrario a la felicidad conyugal, y en general todo pensamiento o deseo contrario a la castidad.
256. ¿Cuándo un pensamiento es contrario a la castidad?
Se tiene un pensamiento contrario a la castidad cuando nos representamos en la mente una acción contraria a la castidad y nos complacemos en ella.
257. ¿Qué se ha prometido a los puros de corazón?
A los puros de corazón esta prometida la visión de Dios (Mt 5, 8).
258. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el noveno mandamiento?
Obtiene la capacidad de ejercitar fácil y gozosamente el pleno dominio sobre su sensibilidad, sintiéndose satisfecho y libre. Lleva una existencia sencilla y es capaz de contemplar y de encantarse, porque vislumbra en los seres humanos la grandeza y la belleza de su Señor.
El décimo mandamiento
259. ¿Qué nos ordena el décimo mandamiento?
El décimo mandamiento - "No codiciarás los bienes ajenos" - nos ordena al desapego de las riquezas y de los bienes terrenales.
260. ¿Qué nos prohíbe el décimo mandamiento?
El décimo mandamiento nos prohíbe la avidez de los bienes terrenales, la codicia desmesurada, la envidia y el deseo de apropiarse injustamente de los bienes del prójimo.
261. ¿Qué es exactamente la envidia?
La envidia es la tristeza o el pesar frente al bien ajeno. Puede ser un pecado grave si llega a desear seriamente un mal grave al prójimo.
262. ¿Qué se ha prometido al que está desapegado delos riquezas terrenas?
A quien está desapegado o desprendido de las riquezas terrenas, al pobre de espíritu, está prometido el Reino de los cielos (Mt 5, 3).
263. ¿Qué obtiene el que observa fielmente el décimo mandamiento?
Quien observa fielmente el décimo mandamiento es colmado de la virtud de los grandes, que es la magnanimidad. Desea sólo el bien, da con generosidad, otorga misericordia y derrama benevolencia. Además es beneficiado con una gracia insólita: la de desear poseer a Dios, que es el Sumo Bien.