El 25 de Marzo de cada año celebramos en el Perú, como en muchos otros países, el Día del Niño por Nacer.
La idea de hacerlo en esta fecha particular nació de la Iglesia Católica y fue recogida por los legisladores convirtiéndose en Ley de la República.
¿Por qué el 25 de Marzo?
Porque ese día recordamos la concepción inmaculada del Hijo de Dios, cuyo nacimiento se produciría nueve meses después habiendo llegado “la plenitud de los tiempos”. Porque la vida humana de Dios se inicia propiamente con la concepción, el día de la Anunciación a María, que la Iglesia celebra el 25 de Marzo.
A partir de ese momento María, es símbolo de la vida naciente de cada ser humano que es, como ha recordado S.S. Juan Pablo II, “único e irrepetible alguien eternamente ideado y eternamente elegido, alguien denominado y amado por su propio nombre”.
Los católicos tenemos, pues, la obligación de respetar y defender la vida naciente del concebido, amenazada en nuestros tiempos por hechos y políticas abominables, como el aborto legalizado y la anticoncepción artificial, promovida masivamente como política de salud reproductiva.
Manipular, cerrarle el paso, evitar que se implante el embrión humano o interrumpir la vida de un niño antes de que nazca es, como se ha dicho, borrarlo de la eternidad.
En este día especial, la Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal Peruana exhorta a todos los cristianos a tomar conciencia de su responsabilidad de defender la vida en todas sus edades, asumiendo el compromiso de denunciar y luchar contra cualesquiera de los peligros que se ciernen sobre la existencia de sus seres mas frágiles: los embriones humanos, que son nuestros niños por nacer.
El nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre, es el cumpleaños más celebrado en el mundo por católicos y no católicos, la celebración de su concepción, el 25 de marzo debe marcar el compromiso de defender la vida desde su inicio en la concepción hasta su muerte natural.
COMISIÓN EPISCOPAL DE FAMILIA
DEFENSA DE LA VIDA