Eterno Padre nuestro, por aquel gran amor que tu Hijo unigénito, nuestro Señor Jesucristo, encendió en el corazón de la Beata María de Jesús Crucificado Petković, te suplicamos nos concedas la gracia de imitarla fielmente en el celo por tu gloria y la salvación de las almas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.