Por la señal de la Santa Cruz…
Oración Inicial
Bendita seas, Madre del Huerto,
por haber manifestado tu esplendor y belleza
en el muro de un Huerto de Chiávari,
desde donde dispensas tus favores, tanto espirituales como materiales.
Acudimos a ti, con la más ilimitada confianza, para implorar tu maternal intercesión.
Ayúdanos a que nuestra petición nos sea concedida... (formular la petición)
Madre del Huerto que tuviste tanta influencia con tu Hijo, ruega e intercede por nosotros para obtener las gracias que pedimos, si esa es la voluntad de Dios.
Amén.
Sexto Día: "Ea, pues, Señora y Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”
De la liturgia:
Hay una plegaria o antífona en la liturgia mariana que es un grito desgarrador en la noche de la orfandad. Millares y millones de labios la han rezado y la han cantado, y aún la han de re- zar y cantar. En verdad, para identificarse con tantos "hijos de Eva", esta plegaria algo de divino y humano debe esconder. En ella, invocamos a María como "Reina y Madre de Misericordia".
A María sólo le interesa un atributo: su grandeza y su debilidad es la misericordia. Porque ella es, al mismo tiempo, Reina de Misericordia y Madre de Misericordia. A María le gusta más ser Madre de misericordia. Es muy sencillo justificarlo: Jesucristo, como imagen perfecta del Padre es la misericordia en persona; María es la Madre de Jesucristo, luego María es Madre de Misericordia.
"Ea, pues, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, cumple con tu oficio, ejercita tu misericordia... Nuestra Señora tiene de tal manera vueltos los ojos a los pecadores, que los mira constantemente dondequiera se encuentren y de todos se compadece y se preocupa. Antonio Gianelli anima siempre a sus parroquianos a confiar en la Reina y Madre de misericordia. En una oportunidad les dice:
“Creamos y confiémonos a la Divina Misericordia y a aquélla que es Madre y Reina de misericordia" “La real autoridad de María, en el reino de las divinas misericordias, extiende a todos sus cuidados y nadie se ve privado de los benéficos influjos de su maternal providencia. … está sentada en el cielo como Madre de Misericordia… Dichosos nosotros que gozamos de su predilección”. "María es una tierna y amorosísima Madre… Ella busca y quiere siempre nuestro bien…" "Ella es una Madre que tiene un tierno corazón y una suma piedad y sumo poder porque puede cuanto quiere ante Dios. Él puso todas las gracias en sus manos".
Oración:
Maria, vida, dulzura y esperanza nuestra:
Tu bondad es tan grande que eres llamada Refugio de pecadores y Dios
nada podrá negarte. Madre nuestra, intercede por nosotros.
Amén.
Oración final: Acordaos
Acuérdate, Oh piadosísima Virgen María y dulcísima Madre,
María Santísima del Huerto, que jamás se oyó decir que ninguno
de cuantos han acudido a tu amparo, implorando tu protección
y reclamando tu auxilio, haya quedado sin consuelo.
Animado con esta confianza, a Vos también acudo,
Oh María Santísima del Huerto, y gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me postro humildemente en presencia de tu imagen,
por cuyo medio tanto deseas favorecernos.
No desprecies mis súplicas, Oh Madre mía, antes bien escúchalas
y acógelas favorablemente. Amén
Letanías
- Nuestra Señora del Huerto, ruega por nosotros.
- San Antonio Gianelli, ruega por nosotros.
- Beata María Crescencia, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén