Por la Señal de la Santa Cruz…
Acto de Contrición:
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Séptimo Día:
Pobre alma que sufres... ¿buscas descanso? Ni en nada ni en nadie lo hallarás; cállate un poquito, busca un sitio en tu alma, muy oculto, muy silencioso, y en él pon un poco de amor a Jesús, y, ya verás, ni penas ni alegrías turbarán tu paz, y aun la espera se hace dulce, ¡Jesús en el alma! Todo, todo se arregla mirando a Jesús.
Todos, todos llevamos dentro algo que, después de Dios, sólo María puede comprender y puede consolar: ese algo es criatura, ese algo es necesidad humana, es cariño, a veces dolor, ese algo que Dios puso en nuestras almas, y que las criaturas no pueden llenar, para que así busquemos a María; a María, que fue Esposa, que fue Madre, que fue mujer. ¿Quién mejor que Ella para comprender, para ayudar, para consolar, para fortalecer?
Oración Final:
Señor Omnipotente, que glorificas a los humildes y abates a los soberbios, te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre ensalces la memoria de tu Siervo Rafael, concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo, que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor, que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria, Credo y Salve.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo