Acto de Contrición:
Pésame Señor y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como Vos; antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar y apartarme de las ocasiones próximas de pecado. Amén
Oración para cada día:
Santo Obispo Patricio, fiel pastor de la grey real de Cristo, que iluminaste a Irlanda con el resplandor del Evangelio, que es la fuerza poderosa de la Trinidad, ahora que gozas de la Bienaventuranza Eterna, intercede para que el Redentor nos preserve en la fe y la caridad. Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.
Invocación Octavo Día:
Por mí bienestar y mi protección hoy, pido al poder de Dios sostenerme y al amor de Dios animarme.
Del libro Confessio de San Patricio:
Y de nuevo, después de pocos años, estaba en Britania con mis parientes, que me recibieron como a un hijo y me rogaron por fe que no me alejara de ellos, al menos por el momento, después de tantas tribulaciones que había padecido. Y allí en verdad vi en una visión de la noche a un hombre que venía como de Irlanda, de nombre Victórico, con innumerables cartas, y me dio una de ellas. Y leí el principio de la carta, que contenía “la voz de los irlandeses.” Y al recitar el principio de la carta pensaba que entonces escuchaba la voz de los mismos que estaban en Silva Vocluti, que está cerca del mar occidental. Y así exclamaron como de una voz: “Te rogamos, niño santo, que vengas y andes todavía entre nosotros.” Y quedé muy compungido en mi corazón y no pude leer más; y así me levanté. Gracias a Dios, porque después de muchísimos años atendió a su clamor.
Padre Nuestro, Ave y Gloria.
Oración final:
Señor y Dios nuestro, que enviaste al obispo San Patricio para evangelizar a los pueblos de Irlanda, concédenos, por sus méritos e intercesión, que, quienes nos gloriamos de ser cristianos, anunciemos a los hombres tus maravillas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén