Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén
Oración Inicial
Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra, por cuya intercesión poderosa llegaron al conocimiento de la fe cristiana. Hermosísima Aurora, que brillaste apareciendo en Coromoto y nos dejaste una preciosa prenda de Tu amor, en una milagrosa Imagen, apiádate de nosotros. Alivia nuestros males, poderosísima Abogada nuestra y fortalécenos en las luchas contra los enemigos del alma.
¡Oh Patrona de Venezuela! Haz que nuestra Nación siga siempre en sus leyes, en sus costumbres y en sus empresas, los sabios y salvadores principios del Santo Evangelio. Protege nuestras instituciones, destierra de nosotros el vicio, la impiedad e indiferencia religiosa; en una palabra, renueva la fe en nuestra amada Patria. Promueve en nuestra sociedad obras verificadoras de salud, adelanto moral y material, para que gozando de los beneficios de una paz tranquila honremos y sirvamos fielmente en la tierra a Tu Divino Hijo Jesucristo, a fin de gozarle eternamente en el Cielo. Amén.
Se dice:
– Hazme, Virgen Sagrada, digno de alabanza.
Se responde:
– Dame fortaleza contra tus enemigos.
Séptimo Día
Dios te Salve, Virgen Clemente, toda llena de afabilidad; cuyo mirar tierno y compasivo es consuelo y alivio del alma dolorida.
Eres, María, estrella benignísima que señalas al náufrago el puerto de la salvación; eres el refugio del pecador, la salud del enfermo, el consuelo del triste, la alegría del desconsolado y la paz y la esperanza del que muere.
Haznos ¡oh Virgen sacrosanta! Imitadores de tu excelsa clemencia infundiendo en nuestros corazones la divina caridad con nuestro prójimo.
¡Divina Mediadora nuestra! Acoge propicia nuestras súplicas y despáchalas favorablemente, pues nadie ha solicitado tu protección sin que no haya recibido de tu bondad y clemencia un pronto y eficaz socorro.
¡Madre clemente!, después del cautiverio de esta vida, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, y haz que seamos dignos de gozarte en la eternidad. Amén.
(Aquí pedirá cada uno con fervor lo que desea alcanzar en esta Novena)
Reza una Salve.
Oración Final
Oh Gran Dios, que con darnos en Tu Nacimiento a María, obra de tu Omnipotencia, maravilla de la gracia, admiración de los ángeles, honra y alegría de los hombres, escogida entre millares por feliz Madre tuya, y constituida por dulce Madre nuestra, nos dejaste con dádiva tan rica, muy obligados a tu amor; y más, renaciendo en cierto modo para nosotros con su maravillosa Aparición en Coromoto, el m ismo día que celebra su natalicio santo.
Mil gracias, Señor, te repetimos, suplicándote fortalezcas nuestra memoria para no olvidar tan altos beneficios, alumbres nuestro entendimiento para reconocerlos y admirarlos; enciendas de amor nuestra voluntad para en obras de amor corresponderlos, acabando la vida en tu servicio con el favor de tu gracia, para gozar de tu Gloria. Amén.
Termina con una corona de doce Ave Marías a la Divina Reina aparecida en la tierra, por la corona de doce estrellas con que la vio San Juan en el Cielo, y añádase tres Padre Nuestros a la Santísima Trinidad por los privilegios, gracias y dones con que la adornaron las Tres Divinas Personas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.