Las religiosas carmelitas del monasterio Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmelo, de Nogoyá, a 370 kilómetros de Buenos Aires en Argentina, han publicado diversos videos donde desmienten diversas informaciones en las que se ha denunciado torturas como parte práctica de la vida religiosa. Al contrario, expresaron que viven felices y están ahí voluntariamente.
Todo se originó la madrugada del 25 de agosto un día después de que la revista argentina Análisis de la Actualidad, en su versión impresa, publicó una investigación donde mujeres que dijeron ser ex monjas de la congregación denunciaban las supuestas torturas con látigos y cilicios de las carmelitas descalzas.
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El Arzobispo de Paraná, Mons. Juan Alberto Puiggari, explicó que llegaron cerca de 50 policías al lugar y realizaron un "allanamiento intempestivo" con una fuerza "fuera de lugar".
La policía notificó el procedimiento a la madre superiora quien les pidió esperar mientras ella se comunicaba con el arzobispado. En el mismo instante los policías "tiraron la puerta abajo".
En el lugar, registraron las habitaciones y se encontraron látigos y cilicios pero no como los "que se conocen en las películas que arrancan pedazos de piel" sino, un "alambrecito muy finito con pequeñas puntas" y una especie de "cinta de 20 centímetros" precisó el Arzobispo de Paraná.
Los videos comenzaron a publicarse el 30 de agosto en Facebook y muestran el relato alegre de cada religiosa acerca del significado de su vocación y su opinión por lo acontecido.
En uno de los videos la madre Isabel explica que el procedimiento "fue muy violento. Fuimos tratados como señoras, como mujeres, aunque se los aclaramos que somos hermanas. Nos consultaban si estábamos obligadas aquí y cada una respondió que estamos felices y libres".
La hermana Ana María del Espíritu Santo, expresó: "Se nos da todo el conocimiento de nuestra vida y nuestra regla. No estoy obligada a tomar las penitencias que supuestamente dicen sino, que libremente por amor a nuestro Señor Jesucristo y por la salvación de las almas. Y tampoco somos maltratadas, como dicen, por nuestra madre. Ella siempre nos cuida como lo hace una madre con sus hijos en el mundo".
La hermana María Belén Jesús Niño dijo que vivió días "difíciles" y nunca se esperó una situación como esa: "Atropellaran nuestra casa religiosa".
También lo ratificó la hermana María del Carmen de San José quien expresó que "Las más felices del mundo somos las carmelitas descalzas. Porque Dios es alegría infinita, Él nos la comunica y nosotras queremos ser testimonio para el mundo".
Las 17 religiosas del monasterio Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmelo están rezando por cada una de las personas que no comprenden su vida y que las han difamado.
Además, expresan su gratitud por el apoyo de Mons. Puiggari; el Nuncio Apostólico, Emil Tscherrig; los cercanos y la Iglesia que se mantiene en la oración.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 31 de agosto de 2016