El domingo 24 de noviembre, en medio de su anual reunión de "auto-convocadas" un grupo de promotoras del aborto agredió con insultos, pintas, manoseos y escupitajos a los jóvenes que defendían pacíficamente el exterior de la Catedral de San Juan (Argentina).
El incidente se produjo a pesar de que se dispuso de 600 policías para velar por la seguridad, ante el riesgo de que las "auto-convocadas", reunidas en la ciudad del 23 al 25 de noviembre, repitan los ataques a templos católicos realizados en años anteriores. Las iglesias del centro de la ciudad habían sido cercadas con rejas metálicas por las autoridades.
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Según reportó Diario La Provincia, de la ciudad de San Juan, una parte de las manifestantes "quemaban una figura del Papa Francisco", al tiempo que "otras giraban alrededor de la hoguera gritando".
La mayor parte de las manifestantes, sin embargo, "buscaba enfrentamiento con provocaciones hacia una fila de católicos que unidos en la oración trataban de evitar que ellas ingresaran a la Catedral".
Como se puede ver en los distintos registros fílmicos, las promotoras del aborto provocan, pintan, insultan y escupen a los católicos que conforman una cadena humana, y que no responden con otra cosa que el rezo del Rosario.
La turba, entre quienes se encontraban muchas mujeres con el torso desnudo, profirió gritos como "prohíben el aborto y son curas abusadores" o "hay violadores en esos escalones", al tiempo que empujaba y agredía a los católicos que conformaron la muralla humana en el exterior de la Catedral.
Según informaron otros medios locales, las calles de San Juan amanecieron el 25 de noviembre llenas de pintas anticatólicas y a favor de la prostitución.
Para Martín Patrito, directivo de la plataforma ArgentinosAlerta, la imagen de violencia se repite, pues "año tras año cientos de mujeres se reúnen con la excusa de debatir pero bien sabemos que es para imponer".
En declaraciones para ACI Prensa, Patrito indicó que "la catedral estaba custodiada y el resto de las iglesias céntricas. Hasta las 18:00 horas del domingo las manifestaciones fueron pacíficas, solo gritaban y vivaban sus cánticos contra la Iglesia, el Papa, el gobierno, los machistas y cuanta figura idealizaran sus mentes".
Sin embargo, al toparse con un grupo de católicos que defendían un acceso a la Catedral al que no llegaba a proteger la valla de metal, las abortistas se pusieron furiosas.
"Fue allí donde se descargó la furia de las fundamentalistas", señaló el integrante de ArgentinosAlerta.
"La discriminación en su máximo esplendor: insultos, escupitajos, pintadas, agresiones, manoseos. Un verdadero aquelarre", dijo.
Patrito lamentó que "los agravios también alcanzaron al Papa Francisco pues quemaron una imagen que lo simbolizaba, al canto de 'saquen sus rosarios de nuestros ovarios','aborto legal en el hospital' y 'si el Papa fuera mujer, el aborto sería ley'".
"El odio hacia la Iglesia Católica es patente", advirtió.
Las pintas pro aborto comenzaron a aparecer en las calles de San Juan desde el 22 de noviembre, al tiempo que se denunció que activistas abortistas atacaron a dos religiosas que visitaban una muestra de Cáritas, intentando despojarlas de su hábito. El sacerdote Rómulo Campora, párroco de la Catedral, también fue agredido.
Según reportó la plataforma ArgentinosAlerta, ya en el acto inaugural del Encuentro de Mujeres "auto-convocadas" en San Juan, un grupo de activistas propuso "quemar la Catedral cantando al ritmo de batucada".