En la tarde de ayer, horas después de ser liberado por las autoridades de Cuba, el P. Castor Álvarez Devesa, narró en un video su vivencia en medio de la represión del régimen durante las históricas protestas del 11 de julio, y pidió por los que siguen detenidos por haber participado en las manifestaciones.
El P. Devesa, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey, estuvo retenido toda la tarde del domingo y la madrugada del lunes en la estación policial de Montecarlo acusado de desorden público. El presbítero fue detenido cuando defendía a unos jóvenes manifestantes.
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"Gracias a Dios ya no estamos detenidos, estoy en casa. Gracias a todos los que han pedido por mí a Dios y han pedido que yo estuviera en libertad. Muchas gracias", dijo al presbítero al inicio del video compartido en redes sociales.
Sobre su captura, contó: "Ayer [domingo] me puse a rezar para ver qué hacía, y realmente no pude llegar a mi casa, sino que me dirigí hacia donde estaban los manifestantes buscando acompañarlos. Así que acompañé con los que pude caminar y traté de evitar que hubiera confrontaciones, pero ciertamente, al final, tratando de evitar la violencia, recibí un golpe con un bate".
"Gracias a Dios estamos bien y con el deseo que todos los cubanos estemos en paz, que no haya violencia, que no haya esa fuerza que oprime, sino que tengamos paz y justicia. Recemos por los que todavía están detenidos para que haya justicia y no hayan excesos, y para que los cubanos encontremos el camino de la libertad", agregó el presbítero cubano.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Rolando Montes de Oca, de la Arquidiócesis de Camagüey, dijo ayer que el P. Álvarez Devesa fue liberado "luego de una larga gestión del Arzobispo [Mons. Willy Pino] que ha estado prácticamente el día entero en ello".
Sin embargo, alertó que luego de las protestas, agentes del régimen "fueron a casa de algunos manifestantes y se los llevaron. Entre ellos de un seminarista de Matanzas que se llama Rafael Cruz Dévora, entraron a su casa a las cinco de la mañana, dicen que violentamente y se lo llevaron y no sabemos dónde está".
ACI Prensa tuvo conocimiento que también fueron detenidos los jóvenes Yasmani González Aguilar, Leonardo Fernández Otaño, el cineasta Manuel Alejandro Rodríguez Yong, Neife María Rigau Chiang y Henry Constantín, director de la revista La Hora de Cuba.
Osvaldo Gallardo, laico católico originario de Camagüey, y que actualmente reside en Miami, informó que Manuel Yong ha sido trasladado a la Unidad El Cotorro, en La Habana, "con otras 600 personas detenidas en el Capitolio". "Le van a presentar cargos en 72 horas. A esas personas les han dado ya ropas de presos", denunció.
Ayer lunes Gallardo indicó que el joven Leonardo Fernández también fue traslado preso a La Habana. También indicó que ayer lunes en la mañana "un grupo de jóvenes y un matrimonio católico redactaron el Habeas Corpus de los desaparecidos en Camagüey hasta ese minuto", entre los que están Henry Constantin, Neife Rigau e Iris Mariño.
"Se dirigieron al Tribunal Provincial, donde registraron su petición, luego se dirigieron a la Fiscalía Provincial donde cada uno de ellos representó a un desaparecido. Les informaron que los desaparecidos estaban en la Unidad 2, y que el proceso demoraría 72 horas", informó Gallardo a ACI Prensa.
Asimismo, alertó que este martes 13 de julio, a la 1:10 p.m. aproximadamente, agentes del Gobierno registraron la casa de Henry Constantin. "Su casa es la sede de esta revista en La Vigía, Camagüey. Lo mantienen esposado y el lugar rodeado por las fuerzas represivas Boinas negras", denunció.
El domingo 11 de julio miles de personas salieron a manifestarse en cerca de 50 localidades, incluyendo ciudades importantes como La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, para reclamar cambios tras meses de escasez de alimentos, medicinas y el colapso de los hospitales por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, las manifestaciones fueron respondidas con amenazas y represión por el Gobierno de Miguel Díaz-Canel. A pesar del corte de internet, se supo que las marchas continuaron el lunes al menos en La Habana y Camagüey.
Díaz-Canel, que el domingo llamó a sus partidarios a salir también a las calles, dijo el lunes 12 de julio que se ha querido desacreditar "la labor del gobierno y de la revolución" y para "fracturar la unidad de nuestro pueblo".
La protesta ha sido la más grande que ha ocurrido en la isla en más de 60 años de dictadura comunista.