El Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico Bartolomé firmaron este domingo una declaración conjunta histórica en la que reafirmaron su deseo de alcanzar la unidad de los cristianos, y donde expresaron también su preocupación por los cristianos perseguidos, en especial en Irak y Siria; además invitaron a promover un "diálogo constructivo con el Islam, basado en el mutuo respeto y la amistad".
La firma de la declaración conjunta tuvo lugar una vez concluida la celebración de la Divina Liturgia en el Patriarcado ecuménico de Estambul, y después de asomarse al balcón del Palacio Patriarcal y bendecir a la vez a los fieles reunidos en el exterior.
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La firma del documento se efectuó en la Sala del Trono. El texto no fue leído para -explicó el Patriarca-, no extender más y complicar de alguna manera la agenda del Papa Francisco y que la declaración común se ha de distribuir en los diferentes idiomas.
En la declaración, ambos líderes expresan "nuestra sincera y firme intención" de "intensificar nuestros esfuerzos para la promoción de la plena unidad entre todos los cristianos y sobre todo entre católicos y ortodoxos". Para lo que "queremos continuar con el diálogo teológico promovida por la Comisión Mixta Internacional" que se ocupa de las relaciones entre las dos Iglesias.
El documento también expresa la "común preocupación por la situación en Irak, en Siria, y en todo Medio Oriente". "Estamos unidos en la voluntad de promover la resolución de los conflictos a través del diálogo y la reconciliación". Ambos reconocen "los esfuerzos" para asistir a todos los que sufren esta situación, incluidos los cristianos que quieren permanecer en su tierra.
"No podemos resignarnos a un Medio Oriente sin cristianos", señalaron. Denunciaron que "muchos hermanos y hermanas son perseguidos" y parece que "se ha perdido el valor de la vida humana y que la persona humana no tiene más importancia y puede ser sacrificado por otros intereses", a lo que muchos son indiferentes.
"Podemos decir que existe un ecumenismo del sufrimiento. Como la sangre de los mártires ha sido semilla de fuerza y de fertilidad para la Iglesia, así también compartir los sufrimientos diarios pueden ser un instrumento eficaz de unidad", afirmaron.
Para ambos líderes, la "terrible situación" de los cristianos de Medio Oriente requiere de "una constante oración" y de "una respuesta adecuada por parte de la comunidad internacional".
En el documento, el Papa y el Patriarca reconocen que todos los desafíos del mundo actual necesitan "la solidaridad de todas las personas de buena voluntad". Por tanto, "reconocemos la importancia de la promoción de un diálogo constructivo con el Islam, basado en el mutuo respeto y la amistad".
Un diálogo "inspirado en los valores comunes y reforzados por un genuino sentimiento fraterno, musulmanes y cristianos son llamados a trabajar juntos por amor a la justicia, a la paz y al respeto de la dignidad y de los derechos de cada persona".
"Como líderes cristianos, exhortamos a todos los líderes religiosos a proseguir y a reforzar el diálogo interreligioso" para "construir una cultura de paz y de solidaridad entre personas y pueblos".
El texto conjunto finaliza ofreciendo oraciones por la paz en Ucrania y para "poner fin al conflicto" que viven en estos días.