El recientemente nombrado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Arzobispo argentino Víctor Manuel "Tucho" Fernández, defendió su polémico libro sobre los besos y aseguró que se trata de una catequesis para adolescentes.
En 1995, cuando tenía unos 10 años de ordenado sacerdote, el entonces P. Fernández publicó en Argentina con la editorial Lumen el libro Sáname con tu boca. El arte de besar, texto que no aparece en el listado de obras que el Vaticano dio a conocer el sábado al anunciar su nombramiento como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
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"Te aclaro que este libro no está escrito tanto desde mi propia existencia, sino desde la vida de la gente que besa", señalaba el en ese momento P. Fernández en la presentación, y expresaba su deseo de que las páginas del texto "te ayuden a besar mejor, que te motiven a liberar lo mejor de tu ser en un beso".
El libro, que tiene diversas imágenes sugerentes, pasa revista a lo que afirman sobre el tema personas en la calle, poetas y santos.
Una "catequesis" para adolescentes
En un post publicado el 3 de julio en su cuenta de Facebook, el Prelado aseguró: "Hay grupos contrarios a Francisco que están enfurecidos, y que llegan a usar medios poco éticos para perjudicarme. Por ejemplo, hace años que se refieren a un librito mío que ya no existe, que hablaba sobre el beso".
"En aquel momento yo era muy joven, era párroco, y trataba de llegar a los jóvenes. Entonces se me ocurrió escribir una catequesis para adolescentes a partir de lo que significa el beso. Esa catequesis la escribí con la participación de un grupo de jóvenes que me aportó ideas, frases, poemas, etc.", prosiguió.
"Pues bien, lo que hacen estos grupos extremos es decir: 'Miren la baja calidad que tiene este teólogo, miren la tontería que escribió, miren el bajo nivel que tiene'. Ya hace años que me humillan con citas de ese libro", indicó el Arzobispo.
"Pero una catequesis para adolescentes no es un libro de Teología, hay una gran diferencia de género literario. A una catequesis de un párroco para los adolescentes no se le puede pedir que sea un manual de Teología", resaltó Mons. Fernández, quien asumirá el cargo de prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe el próximo 15 de septiembre.
Tras señalar que está "orgulloso de haber sido aquel párroco joven que se ocupaba de llegar a todos usando los más diversos lenguajes", Mons. Fernández consideró que para el Papa Francisco "es importante que un teólogo se meta en el barro y trate de usar un lenguaje sencillo que llegue a todos".
"Peor todavía, como estos ataques vienen de católicos de Estados Unidos, y no saben español, traducen mal uno de los poemas del libro. Traducen la palabra 'bruja' como 'puta'. Pero el libro dice 'bruja'. No tienen derecho a cambiar mis palabras. Parece que para esto no tienen ética, y no es la primera vez que me lo hacen", destacó.
Para concluir, el Prelado argentino precisó que no escribía el post para defenderse, sino para que "no pretendan perjudicar a Francisco".
Algunos pasajes del libro "Sáname con tu boca. El arte de besar"
En la página 21 del libro se encuentra la siguiente afirmación: "Una pareja con mucho sexo, mucha satisfacción sexual, pero pocos besos como la gente, o con besos que no dicen nada, está cavando, con cada unión sexual, la tumba de amor, van creando la rutina, el cansancio y el hastío, hasta que uno de los dos encuentre algo más humano".
En la página 41, el hoy Arzobispo invita a leer unas estrofas "donde parece que el beso es fuente de dolor. Cuando se siente que un beso no es el reflejo de un amor fuerte, sincero, respetuoso y sano, cuando el otro se adueña de nosotros sin piedad. Entonces el beso se convierte en un oculto martirio o en la peor mentira. Por eso, aunque se lo viva como una necesidad, o como una descarga psicológica, no es una verdadera satisfacción afectiva".
"Los besos y la mística tienen mucho que ver. De hecho, si el beso pierde su trasfondo místico, la profundidad que hay detrás de los labios, se transforma nada más que en un juego aburrido o una costumbre que hay que cumplir", se lee después en la página 51.
En la página 55 del libro, cuyo original fue escrito en español, el autor refiere que "muchas prostitutas se prestan a todo tipo de juegos sexuales, pero no se dejan besar por cualquiera" y advierte que "muchas parejas se rompen porque siempre han buscado directamente el acto sexual sin dedicar un buen tiempo a cultivar el arte sublime que sostiene el amor: el beso".
En la página 70 del libro se lee que "el que besa bien experimenta que su vida se salva en cada beso, como si en cada beso entrara en un ámbito santo, de pura vida, de gracia redentora. Sólo es plenamente feliz el que goza, pero sintiendo que en ese beso se está construyendo algo definitivo y eterno".
Bajo el subtítulo de "El beso supermístico", el entonces P. Fernández y quien por su reciente nombramiento muy probablemente será creado Cardenal, afirma que "el beso es mucho más que un deseo de la carne porque el beso de los labios es la expresión sensible de un 'beso espiritual', de una unión re-íntima de los dos, que por un instante sienten como si se cayeran todas las barreras que hay entre ellos".
"Por eso, también podemos besar a Dios. Y cuando Él nos besa a nosotros, ese beso llega a las entrañas más profundas de nuestro ser. A esto los grandes místicos lo llamaron 'matrimonio espiritual'", agrega.
En la página 77, se refiere a los "besos sagrados" en la mitología pagana y afirma que "aunque hay muy pocas referencias a relaciones sexuales entre los dioses, sí encontramos muchos textos que hablan de los dioses besándose para producir algo maravilloso…".