Vaticano alerta que informe de la ONU coloca la libertad religiosa y objeción de conciencia por debajo de "otros derechos" asociados al "género" para promover una "colonización ideológica".
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones internacionales en Ginebra, Mons. Ivan Jurkovic, se pronunció el 2 de marzo sobre el informe presentado por la ONU en la Sesión N°43 del Consejo de Derechos Humanos para el Derecho a la Libertad de Religión o Creencia.
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Mons. Jurkovic vio con gran preocupación que el informe presentado por el Relator Especial sobre Libertad de Religión o Creencia "hace numerosas referencias que recomiendan que la libertad de religión o creencia y objeción de conciencia deben rendirse ante la promoción de los tan llamados otros 'derechos humanos'".
Al respecto, el Vaticano "siempre ha entendido por 'género' y los demás términos relacionados, de acuerdo con el uso ordinario o generalmente aceptado...basado en la identidad biológica que es masculina y femenina", recordó Mons. Jurkovic, refiriéndose a la Declaración Final de la Santa Sede en la cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres realizada en Beijing (China) el 15 de septiembre de 1995.
En un artículo publicado por el vaticanista italiano de Catholic News Agency, Andrea Gagliarducci, se señala que el informe "culpa a las religiones de evitar que los estados defiendan la ideología de género y los derechos del colectivo LGBT" (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
La ideología de género considera que el sexo es una construcción sociocultural en la que cada uno determina qué es y no algo determinado por la naturaleza o por la biología.
El informe señala, entre otras cosas, que "en todas las regiones del mundo, actores que citan justificaciones religiosas para sus acciones han defendido ante los gobiernos y el público en general la preservación o la imposición de leyes o políticas que directa o indirectamente discriminan a las mujeres, niñas o personas LGBT".
El texto también afirma que "las leyes que criminalizan el adulterio con frecuencia tienen su raíz en interpretaciones patriarcales de la doctrina religiosa y tienen un efecto dispar en las mujeres".
Además, "algunas normas religiosas discriminatorias generan leyes y políticas que restringen los derechos sexuales y reproductivos" incluyendo "pero no limitándose solo al acceso parcial o total al aborto y la anticoncepción, prohibiciones para las tecnologías de reproducción y cirugías de reasignación de género, y límites a la educación sexual basada en la evidencia".
El informe también se refiere a "la libertad religiosa o de culto en diversos continentes en los medios, desde los litigios hasta las campañas políticas para contrarrestar derechos humanos en el nombre de la religión o de una creencia".
El texto de la ONU cuestiona además el derecho a la objeción de conciencia y presiona para generar cambios doctrinales en las religiones sobre la base de requerimientos legales internacionales.
Asimismo, precisa Gagliarducci, el informe se hizo público solo a último momento, con lo cual no hubo espacio para que las representaciones lo revisaran a profundidad.
Mons. Jurkovic explicó por su parte que el informe de la ONU se enfoca menos en la protección de millones de hombres o mujeres, de cualquier fe o creencia, que actualmente "son perseguidos o discriminados", y se centra más en "presionar una visión de la sociedad humana que no es compartida por todos y que no refleja la realidad social, cultural y religiosa de muchos pueblos".
Por tanto, el Observador Permanente de la Santa Sede señaló que imponer otros derechos que "no gozan de consenso", resulta una "suerte de 'colonización ideológica' en algunas partes de algunos estados y en sus instituciones internacionales". El informe, en parte, "es en realidad un ataque contra la libertad de religión o creencias, así como la libertad de conciencia", añadió.
En ese sentido, la delegación de la Santa Sede advirtió que existe una creciente influencia de poderes y grupos de interés dentro de las organizaciones internacionales que "imponen sus propias visiones e ideas, menudo sin tener en cuenta la identidad, dignidad y sensibilidades de los pueblos".
"Es bastante desafortunado, pero cada vez menos sorprendente dada su frecuencia, que un informe de la ONU que debería defender los derechos humanos fundamentales y universales de libertad de religión o creencia y el derecho a la objeción de conciencia, está atacando la misma realidad que está llamado a defender", lamentó Mons. Jurkovic.
Finalmente, Mons. Jurkovic observó que irónicamente el Relator Especial no hizo ninguna referencia a los esfuerzos hechos por el Papa Francisco y el Gran Imam de Al Azhar el 4 de febrero de 2019, cuando intervinieron para detener el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras, e instaron a los líderes mundiales a trabajar para difundir una cultura de tolerancia y convivencia mundial en paz.