La segunda sesión del histórico juicio financiero en el Vaticano se realizó este martes, luego que el proceso se iniciara a finales de julio, un litigio que podría ser declarado nulo por errores en el proceso.
El juicio es la culminación de un proceso de más de dos años de investigaciones que el Vaticano realizó respecto a la compra, por parte de la Secretaría de Estado, de una propiedad en Londres entre 2014 y 2018 con una inversión de 350 millones de euros en total.
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El Vaticano señala que el negocio fue problemático y diseñado para defraudar a la Secretaría de Estado por millones de euros.
Los acusados aseguran por su parte que sus acciones fueron correctas y que las autoridades del Vaticano estaban al tanto de las mismas.
Ahora el Vaticano está tomando acciones legales contra los involucrados en el acuerdo de Londres, y otras acusadas de delitos financieros, en nombre de las partes perjudicadas: la Santa Sede, la Secretaría de Estado y el IOR (comúnmente llamado "Banco del Vaticano").
A medida que se desarrolla la siguiente fase del juicio, presentamos cinco datos que debe saber.
1. Es un juicio muy extenso
Este es el juicio más grande por delitos financieros en el Vaticano en la era moderna, con 10 acusados y una larga lista de cargos, que incluyen malversación de fondos, lavado de dinero, abuso de poder, apropiación indebida y fraude.
Hay unos 30 abogados solo en la defensa, y si cada acusado puede llamar a varios testigos al estrado, el tribunal puede pasar mucho tiempo escuchando el testimonio de los testigos. Luego están los testigos de la parte acusatoria y las declaraciones de los abogados.
Dado que los fiscales y jueces solo trabajan en el tribunal del Vaticano a tiempo parcial, esto es potencialmente una receta para un juicio que dure años.
2.- El Cardenal Becciu es uno de los acusados
El juicio también hace historia por ser la primera vez que un cardenal será juzgado por jueces laicos en la corte del Vaticano.
El Cardenal Angelo Becciu solía trabajar como funcionario de segundo rango en la Secretaría de Estado del Vaticano, el poderoso departamento curial en el centro de la investigación de malversación financiera.
El Cardenal siempre ha negado todas las irregularidades y en julio, en la primera audiencia judicial, dijo: "Estoy tranquilo, tengo la conciencia tranquila, tengo la confianza de que los jueces podrán ver bien los hechos y mi gran esperanza es la certeza de que reconocen mi inocencia ".
3.- No se trata solo del acuerdo inmobiliario de Londres
Si bien el acuerdo de Londres es uno de los mayores escándalos financieros del Vaticano en los últimos años, no todos los cargos de la fiscalía están estrictamente relacionados con esa transacción.
Los cargos contra el Cardenal Becciu, de malversación y abuso de poder, están relacionados con las acusaciones de que envió dinero del Vaticano a una organización benéfica dirigida por su hermano, y que pagó a otra acusada en el juicio, Cecilia Marogna, para crear expedientes de información incriminatoria sobre el personal del Vaticano.
Marogna, que se describe a sí misma como consultora de seguridad, ha sido acusada de malversación de fondos por supuestamente recibir cientos de miles de euros de la Secretaría en relación con Becciu, y luego, según los informes, gastar el dinero destinado a obras de caridad en artículos de lujo y vacaciones, acusación que ella niega.
René Brülhart y Tommaso Di Ruzza, que anteriormente dirigieron el organismo de control financiero interno del Vaticano, no participaron en la compra de la propiedad en Londres, pero fueron acusados de supuestamente no detener el trato, que según los fiscales del Vaticano "debería haberse considerado sospechoso".
Los actores importantes en el acuerdo de Londres fueron los acusados Raffaele Mincione y Gianluigi Torzi, quienes negociaron la compra, junto al gerente de inversiones del Vaticano, Enrico Crasso, quien los ayudó.
Dentro de la Secretaría de Estado del Vaticano, Fabrizio Tirabassi supervisó las inversiones y Mons. Mauro Carlino trabajó con él.
4.- El Papa Francisco ha modificado las reglas
El Papa Francisco no se ha quedado callado sobre la reforma financiera en el Vaticano y ha intervenido de varias maneras durante la investigación y el juicio, ya sea para expresar la esperanza de un resultado deseado o para cambiar las normas procesales.
Dictó cuatro decretos durante la investigación previa al juicio de dos años, anulando las leyes existentes para permitir a los fiscales una mayor libertad en su investigación, incluido el uso de escuchas telefónicas y la suspensión de las reglas de confidencialidad de los documentos.
El Papa también intervino exigiendo al Cardenal Becciu que renunciara como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los derechos otorgados a los miembros del Colegio Cardenalicio el 24 de septiembre de 2020, luego de que surgieran informes que acusaban al Cardenal Becciu de irregularidades financieras. Al haber renunciado a sus derechos como cardenal, no podrá participar en el siguiente cónclave que elija al nuevo Papa.
En una entrevista reciente con la emisora española COPE, Francisco dijo que esperaba "con todo mi corazón" que se demuestre que el Cardenal es inocente.
"Además, fue un colaborador mío y me ayudó mucho. Es una persona por la que tengo una cierta estima como persona, es decir, que mi deseo es que salga bien", dijo.
5.- Problemas en el proceso
Aunque el juicio se centra en el escándalo de la propiedad en Londres, el caso podría convertirse en algo mucho más grande, ya que el Vaticano continúa lidiando con cuestiones de la reforma financiera y la participación del tribunal.
En junio, el organismo de supervisión financiera Moneyval señaló los posibles conflictos de tiempo e intereses de los jueces y fiscales involucrados en el juicio, la mayoría de los cuales también tienen otros trabajos en el sistema legal italiano.
La primera audiencia del juicio del Cardenal Becciu, que duró siete horas, estuvo llena de objeciones a cuestiones procesales planteadas por los abogados defensores, quienes se quejaron de que no tuvieron tiempo suficiente para leer las 28 mil páginas de pruebas y que varios documentos importantes fueron inaccesibles.
Después de la audiencia, el presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone, ordenó a los fiscales que proporcionaran los documentos faltantes a la defensa.
También pidió que entregaran archivos de video de los interrogatorios a Mons. Alberto Perlasca, sospechoso de las investigaciones que nunca fue imputado y que ahora es un testigo importante de la acusación.
Hasta ahora, los fiscales del Vaticano han rechazado la orden del presidente; y la defensa solo ha recibido un resumen del testimonio de Mons. Perlasca.
Los abogados de Marogna dijeron asimismo en un memorándum la semana pasada que en los sistemas judiciales autónomos e imparciales, "la negativa habría sido sancionada de inmediato", según informó AP.
Si bien el secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, ha dicho que en el juicio se trata de descubrir la "verdad judicial" en el escándalo de la propiedad de Londres, también podría convertirse en un caso para probar la efectividad del sistema judicial del Vaticano.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA