El Tribunal Supremo del Reino Unido acordó escuchar en septiembre a los padres de Tafida Raqeeb, una niña de cinco años en estado de coma y a quien quieren trasladar a Italia para recibir un tratamiento, y así evitar que los médicos británicos desconecten su soporte vital.
La decisión del tribunal fue tomada el 22 de julio. Se indicó que se realizará una audiencia sobre el caso de Tafida durante una semana entera. También revisarán la negativa del Royal London Hospital, donde la niña recibe tratamiento.
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Tafida permanece en coma desde el 9 de febrero de 2019 luego de sufrir una malformación arteriovenosa, provocada por el estallido de un vaso sanguíneo en su cerebro. Sus padres señalaron que estaba "completamente sana" antes de la lesión.
El 16 de julio los progenitores, Mohammed Raqeeb y Shelina Begum, pidieron a la Corte Superior de Justicia de Inglaterra que le permitiera salir del país, pero los médicos prohibieron su traslado. Estos últimos indicaron que cualquier tratamiento médico adicional es inútil y que se debe poner fin a su "tratamiento con soporte vital".
Sin embargo, dos médicos del hospital pediátrico italiano L'Istituto Giannina Gaslini, en Génova, examinaron a Tafida a través de un enlace en video a principios de julio y acordaron tratarla en Italia; indicaron que no creen que la niña tenga muerte cerebral.
El Obispo Auxiliar de Westminster y representante de los obispos ingleses y galeses en asuntos de defensa de la vida, Mons. John Sherrington, dijo el 18 de julio que "hay que enfrentar dilemas difíciles".
"En ese proceso, espero que se dé todo el peso debido a los deseos de sus padres, al mismo tiempo que se respete el juicio clínico de los médicos que la cuidan. Aquellos de nosotros que no poseemos toda la información relevante podríamos estar mejor si reservamos nuestro juicio", sostuvo.
"Confío en que los médicos del hospital de niños Gaslini en Génova tendrán el tiempo y la oportunidad de llegar a una visión bien informada y de compartir su pronóstico con sus colegas aquí en Londres", indicó.
El Prelado dijo que "esa cooperación internacional es una buena práctica esencial para el cuidado de vidas en situaciones difíciles".
Además ofreció sus oraciones para que la niña y sus padres tengan fortaleza.
Una campaña en línea apoyada por la familia también ha solicitado al Royal London Hospital el trasladado de la menor y que debe permanecer con soporte vital.
"Después de una extensa cirugía cerebral en el hospital de King's College, los médicos informaron a sus padres que ella tenía muerte cerebral y que consideraran hacer preparativos para su funeral. Una prueba del tronco encefálico indicó que Tafida no cumplía con los requisitos de 'muerte cerebral', ya que hizo movimientos de jadeo y, por lo tanto, no se pudo extraer el respirador artificial", dice la campaña de CitizenGO.
Desde entonces, Tafida permanece con un respirador. Según la familia, un neurólogo la diagnosticó en un "coma profundo" del cual comienza a despertar. Sus padres dicen que puede abrir los ojos y mover las extremidades, además de tragar y reaccionar ante el dolor.
La madre de la menor, Shelina, dijo que los médicos inicialmente propusieron hacerle una traqueotomía y permitirle regresar a casa para continuar la recuperación.
"El equipo médico ahora ha cambiado de opinión y quiere retirar la ventilación para terminar con su vida", escribió Shelina, como parte de una campaña en línea organizada por la misma familia.
Shelina dijo que quiere "ejercer sus derechos como madre".
La familia de Tafida está siendo representada por el abogado Yogi Amin, quien dijo que "la familia desconsolada no quiere quedar atrapada en una situación en la que el Estado invalida las buenas intenciones de los padres de concertar el tratamiento en un hospital de su elección para su hija con discapacidad".
Agregó que "no hay pruebas de que Tafida sufrirá daños durante el traslado o en el extranjero, y sus padres amorosos deben tener el derecho legal de elegir el traslado de su hija a otro hospital para recibir atención médica privada".
El caso de Tafida es similar a los de Charlie Gard y Alfie Evans, que fueron niños con enfermedades terminales a cargo del Servicio Nacional de Salud, entidad de prestaciones sanitarias públicas del Reino Unido (NHS).
En 2017, los médicos le retiraron el soporte vital a Charlie Gard, a pesar de los deseos de sus padres de trasladarlo a un hospital de Nueva York. Murió en un hospital a la edad de 11 meses.
Menos de un año después, los padres de Alfie Evans también se opusieron a los intentos del NHS de quitarle el soporte vital, porque deseaban trasladarlo a un hospital en Italia. El soporte se sustrajo y sobrevivió cinco días respirando por su cuenta antes de morir.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.