Este lunes 28 de agosto, a una semana de la despenalización del aborto, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó el proyecto de ley de "Matrimonio Igualitario", que será enviado al Congreso para su discusión y que incluye la adopción homoparental.

"Tal como lo comprometí, hoy Chile da un paso histórico al firmar el proyecto de ley de matrimonio igualitario. Lo hacemos cumpliendo con nuestra palabra ante Chile y también ante el mundo", dijo la mandataria.

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La iniciativa busca, entre otras cosas, modificar el concepto de matrimonio establecido en el artículo 102 del Código Civil, al reemplazar la parte que señala que institución se realiza entre un hombre y una mujer por una "unión entre dos personas".

Bachelet también informó que "un niño o niña podrá ser adoptado indistintamente por un matrimonio heterosexual u homosexual por el solo hecho de ser cónyuges, sin necesidad de modificar la ley de adopciones".

Señaló además que el proyecto "establece la posibilidad de que exista la adopción del hijo del cónyuge, cuando las partes estén de acuerdo y la filiación correspondiente lo permita".

También, "se elimina la conducta homosexual como causal de divorcio por culpa y el requisito de diferencia de sexo para validad en Chile un matrimonio celebrado en el extranjero".

"Lo hacemos para garantizar un acto de justicia, que quienes desean compartir su vida puedan hacerlo del modo en que ellos o ellas decidan, con plena libertad, orgullo y alegría", expresó.

"Por qué negar la igualdad de derechos y libertades para todas las personas, cualquiera sea su sexo, raza, nacionalidad, orientación sexual o identidad de género", afirmó la Presidenta.

Entre otras propuestas del proyecto se incluye que las expresiones "cónyuges", "marido y mujer", "padre y madre", sean aplicables a las parejas del mismo sexo.

En términos patrimoniales, el régimen estándar sea el de separación total de bienes, con posibilidad de sustituirse por la participación en los gananciales si los cónyuges así lo desean.

Desintegración del matrimonio

Para el abogado y coordinador legislativo de la ONG Comunidad y Justicia, Cristóbal Aguilera, el proyecto "más allá de ampliar el matrimonio lo que hace es desintegrar la noción del mismo".

"Cuando uno cambia las características de una institución cambia también sus fines. El fin del matrimonio es ineludiblemente la procreación y por eso se justifica socialmente. Con esto mutas el matrimonio y deja de ser lo que era antes, y eso tiene un impacto social muy grande", explicó.

En cuanto a la apertura a la adopción por parte de parejas del mismo sexo, el abogado expresó que "acá el enfoque tiene que estar no tanto en resguardar los derechos de las personas que contraen el matrimonio sino ver qué es lo mejor para los hijos".

"En el fondo vamos a permitir que el estado deliberadamente les prive a esos niños de la experiencia de tener un padre y una madre a través de la adopción homoparental", alertó.

Para Aguilera, este proyecto resulta "un poco paradójico, porque las principales organizaciones que promueven el matrimonio entre parejas del mismo sexo son también las principales organizaciones que promueven el amor sin papeles, el amor libre, el amor en el fondo sin ninguna restricción".

"Y el matrimonio es totalmente lo opuesto a eso, lo que hace es cerrar un vínculo, generar todo un entramado jurídico en favor de la mantención y seguridad de ese vínculo", agregó.

Respecto al avance de la agenda ideológica en plano legislativo, Aguilera consideró que el fin último que persigue es "destruir aquella célula sobre la cual se sientan todos lo principios cristianos que es la familia".

"Si antes la característica de ser para toda la vida era relevante y ahora es irrelevante, la característica que es entre un hombre y una mujer, que antes era relevante, ahora va a ser irrelevante", dijo el abogado.

"Y lo último que quedaría sería la característica de que es entre dos personas, que todavía es relevante, pero en un futuro y como ocurre en otros países, por ejemplo con la poligamia, se está discutiendo va a ser irrelevante", advirtió.

"¿Qué cosa destruye más a una familia que el aborto, el destruir social y legislativamente la noción del matrimonio, o la idea de que la diferencia sexual es irrelevante a la hora de educar un hijo, o que el hecho de ser una persona sexuada es irrelevante en el ámbito corporal porque puedo ser mujer siendo corporalmente hombre?", cuestionó.

"Todas esas cuestiones creo que encuentran sentido ideológico en la destrucción de la noción del matrimonio y de la familia", que justamente son el "núcleo de la sociedad".

Tanto el aborto como el "matrimonio homosexual" son parte de la agenda de gobierno que la Presidenta Bachelet propuso para su segundo mandato.

En abril de 2015 promulgó la ley de Acuerdo de Unión Civil (AUC) que regula los efectos jurídicos de la convivencia entre parejas del mismo sexo y heterosexuales.

El proyecto de matrimonio gay surge del acuerdo mediado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para poner fin a la demanda internacional que en 2012 interpuso el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) contra el Estado de Chile por denegar el matrimonio a tres parejas homosexuales.

Para el abogado Aguilera, esta presentación "es meramente simbólica" y "eso lo sabe todo el mundo político".

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