El cristiano copto ortodoxo Kiro Khalil contó su experiencia como sobreviviente de un ataque terrorista que cobró la vida de tres familiares, entre ellos su madre, y resaltó la importancia de amar al prójimo para poder superar el dolor.
??Hace 10 años sobrevivió a un atentado dirigido contra cristianos ortodoxos coptos en una iglesia de #Alejandría. Su madre, hermana y tía perdieron la vida.
- IglesiaNecesitadaMex (@ACNMex) January 4, 2021
Kiro Khalil, responde esta pregunta: ¿Fue #Dios injusto por permitir que esto sucediera? https://t.co/CSwJ45nsCd pic.twitter.com/HeYJP1gebf
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En una entrevista a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Khalil relató cómo a sus 20 años, cuando vivía en Egipto, fue víctima de un atentado terrorista perpetrado por musulmanes vinculados al Estado Islámico y que cambió su vida en el último día de 2010.
"Perdí a mis familiares más cercanos en un atentado a la iglesia de San Marcos y San Pedro (Iglesia de Al-Qidissine), en mi ciudad natal de Alejandría, la víspera de Año Nuevo", indicó.
Khalil indicó que junto a su familia se encontraban el 31 de diciembre de 2010 en la iglesia para "dar gracias a Dios por el año que estaba llegando a su fin", cuando al salir del edificio un coche bomba explotó. "24 personas murieron, varios cientos resultaron heridas", recordó.
"Entre los asesinados estaban mi madre, mi hermana y una de mis tías. Mi otra hermana, Marina, quedó herida de gravedad: tuvo que ser operada 33 veces", lamentó.
El joven agregó que en ese momento había alrededor de cuatro mil personas en la iglesia y señaló que considera que sus tres familiares fueron "elegidos como mártires".
"Aunque parezca extraño, lo veo como una elección especial en lugar de caer en la desesperación o de preguntarme: '¿Fue Dios injusto por permitir que esto sucediera?'", indicó.
Khalil señaló que se compadece de sus agresores, quienes "viven sometidos a una fuerte presión" al creer que el uso de la violencia contra los fieles de otras religiones es una manera de "complacer a Dios".
"Estas personas tienen sangre en sus manos. ¿Cómo puede vivir una persona con tanta culpa? Me imagino que ellos sufren las consecuencias de este atentado tanto como yo", agregó.
Además, señaló que desde su infancia ha "experimentado el odio y la exclusión por ser cristiano", donde sus compañeros de colegio lo insultaban por su nombre Kiro, "que es un nombre tradicional cristiano".
Los cristianos coptos son una de las minorías más perseguidas en Oriente Medio por los extremistas islámicos. En Egipto la religión mayoritaria es el islam y según la organización Open Doors, los cristianos representan un poco más del 16% de los 100 millones de habitantes.
Khalil indicó que fue gracias a las enseñanzas de su madre, que animó a él y a sus hermanos a amar al prójimo como a sí mismos, que pudo aprender "a amar a nuestros semejantes, hubieran hecho lo que nos hubieran hecho".
"Mi madre nos inculcó este mandamiento de Jesús. Es algo que me ayudó mucho tras el atentado para afrontar el dolor", señaló.
ACN señaló que después del atentado, Khalil tuvo que dejar su país de origen y actualmente se encuentra refugiado en Alemania, donde se casó recientemente.
El joven indicó que luego de vivir por un tiempo en tierras europeas tiene la impresión que, "con el tiempo, la fe se adormece, pues a menudo la Iglesia crece precisamente donde hay persecución".
"En Egipto, los cristianos mueren para poder vivir su fe. Aquí, en Alemania, se cierran iglesias o se convierten en museos. Es algo que me parece muy triste", concluyó.
Mons. Kyrillos Kamal William Samaan, Obispo copto-católico de Asiut (Egipto), indicó a ACN en 2019 que la amenaza de ataques extremistas continúa, pues hay islamistas que quieren que los cristianos teman por su posición en la sociedad egipcia.
El obispo copto-católico aseguró que esos ataques "perpetrados por islamistas ocurren de vez en cuando, pero el objetivo no solo reside en atacar a los cristianos, sino también al Gobierno egipcio. Es una manera de decir a los cristianos: 'el Gobierno no puede protegerte. Deberías abandonar Egipto'".
Mons. Kyrillos explicó que "desde 1952 reina una mentalidad según la cual los cristianos son ciudadanos de segunda clase. Sin embargo, ahora ha habido un cambio y las cosas están mejorando".