El Estado de la Ciudad del Vaticano celebra este lunes 11 de febrero el 90 aniversario de los Pactos Lateraneses por los cuales el Reino de Italia reconocía la independencia, soberanía y límites fronterizos del Vaticano.
Un día como hoy del año 1929, el Cardenal Pietro Gasparri, en nombre del Papa Pío XI, y el entonces Presidente del Consejo de Ministros, y más tarde dictador, Benito Mussolini, en nombre del rey Vittorio Emanuele III, firmaron en la Basílica Pontificia de San Juan de Letrán los pactos por los que se solucionaba la Cuestión Romana.
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Con ese nombre se denominaba al conflicto existente entre el Reino de Italia y la Iglesia Católica desde el año 1870 en que las tropas del recién creado Reino de Italia conquistaron la ciudad de Roma y los Estados Pontificios.
Desde entonces, los Pontífices se consideraron prisioneros en el Vaticano, se negaron a reconocer la legitimidad del Reino de Italia y quedaron recluidos dentro de los muros vaticanos.
Con la firma de los Pactos Lateranenses en 1929 se puso fin a 59 años de disputa mediante el reconocimiento mutuo entre Italia y la Santa Sede y se creó el Estado de la Ciudad del Vaticano.
La importancia de estos Pactos hizo que, tras la Segunda Guerra Mundial, la caída del régimen fascista de Mussolini y la proclamación de la República Italiana, los Pactos Lateranenses se incorporaran a la Constitución de 1948 y quedaran, así, blindados.
De esta manera, se reconoció la soberanía del Pontífice sobre un territorio independiente de 44 hectáreas que corresponde, en esencia, a la Basílica y Plaza de San Pedro, los Jardines y Museos Vaticanos y todas las dependencias incluidas dentro de las murallas vaticanas.
Asimismo, también se reconocían una serie de lugares extraterritoriales de soberanía vaticana, entre los que están las Basílicas Pontificias de San Juan de Letrán, Santa María Mayor y San Pablo Extramuros o el Palacio Pontificio de Castel Gandolfo.